El ciclista lituano basa su poderío en el llano, en su habilidad contra el crono, donde sobre todo en la disciplina grupal, es un eslabón muy importante para cualquier equipo. Ahora miembro de Garmin-Sharp, confiere a su escuadra una versatilidad magnífica, la disciplina de la escuela del este.
En días inspirados y con la motivación adecuada, el potente corredor también es capaz de rendir en montaña, como demostró en la llegada a Vajont del Giro de Italia. Escapada larga junto a rival en teoría más escalador que él y victoria para nuestro protagonista. Mal negocio enfrascarse en un cara a cara con él.
Desde su salto al profesionalismo ha sido su mejor día, junto con el campeonato nacional de contrarreloj lituano, una etapa del Tour de Qatar o una en el Tour de Romandía. La novedad en esta última carrera es que la logró sin ser una cronometrada, algo raro en él. Pero llevar la maglia rosa ha sido algo irrepetible, aunque fue gracias a ganar una crono por equipos.
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