La carrera empieza en Sicilia, con un formato extraño para los tiempos actuales, una contrarreloj, pero aun más raras son sus características: brevísimo ascenso nada más empezar (y que puntúa para dar la primera maglia) y un largo descenso para luego callejear por Palermo.
La segunda etapa llevará a corredores hasta Agrigento por la zona sur de la isla. La primera parte es bastante movida, pero luego se recorre más tranquilamente la zona costera hasta la subida final que recuerda al Mundial de 1994.
Y a la tercera, va la primera llegada en alto seria, al Etna, aunque por otra vertiente diferente a las de los últimos años. El terreno previo no es fácil, pero todo debería quedar para el final.
El que sea posiblemente primer sprint de la carrera será en la ultima etapa siciliana, aunque es posible que no sea completo si algún llegador destacado se corta en Portella Mandrazzi.
La llegada a la península no relaja el ritmo y se vivirá una jornada muy interesante camino de Camigliatello Silano, con el Valico de Monteoscuro a escasos 12 kilómetros de meta.
Etapa tranquila o no, pues el tramo final guarda un par de tramos complicados con las ascensiones a Millota y a Matera para finalizar.
Jornada en principio tranquila, por el “tacón” italiano, sólo la aparición de viento podria trastocar una jornada monotona.
Jornada que trata de asemejar a una clásica ardenera, con un tramo final lleno de ascensiones cortas pero empinadas, la organización busca que Sagan luzca tras los esfuerzos para traerle.
Uno de los cambios respecto al giro presentado originalmente, esta etapa de media montaña con aires de ciclismo muy antiguo podría dar un buen espectáculo desde lejos o quedar para un sprint en cuesta en la llegada.
