Hace no muchos años los inicios de la temporada ciclista estaban marcados por lo que se llamaban “vueltas pequeñas”, una serie de carreras de unos cinco dias de duración que emulaban a las grandes vueltas en su recorrido y que servían de preparación para eventos mayores a lo largo del año: Vuelta a Andalucía, Vuelta a Murcia, Vuelta a Valencia, Setmana Catalana, Giro del Lazio…. Sin embargo vemos ahora que muchas han desaparecido y que en el nuevo calendario aparecen muchas pruebas de un día ¿porqué?
Una explicación es la crisis económica que vivimos. Muchas de las carreras nombradas han desaparecido. Otras intentan sobrevivir como pruebas de un día (Vuelta a Murcia) y otras han intentado reconvertirse pero han acabado por desaparecer, como el Giro del Lazio que pasó a ser Roma Máxima, pero que este año no se celebrará.
Sin embargo hay otros motivos. Porque se están creando nuevas pruebas de un día en lugares nuevos y otras que vienen de más antiguo están ganando importancia. Así, tenemos los clasiquísimos GP Marsellesa, la Challenge de Mallorca (4 pruebas de un día concentradas) o el GP Costa de los Etruscos en Italia. Pero tenemos pruebas más o menos nuevas, como el GP Laguna en Croacia, la Ster van Zwolle en Holanda, la clásica de Loulé en Portugal, o la Drome Classic y la Clasic Sur Ardeche en Francia.
Todas ellas se celebran antes del 1 de marzo. ¿Tiene algo que ver el cada vez más disputado calendario de clásicas ? ¿ O bien es que simplemente es más sencillo organizar una carrera de 1 día? ¿Quizás la forma de correr las carreras de un día sea más espectacular que las carreras por etapas en la actualidad?
Posiblemente toda la suma de estos factores lleve a pensar a los organizadores que es más barato, más rentable y más espectacular organizar una prueba de un día que una prueba por etapas. Pero sea cual sea el motivo, lo que está claro es que los espectadores tenemos más pruebas de un día para disfrutar de ese ciclismo más ofensivo que se ve en este tipo de carreras.