Conocida el tapete, ya es hora de hablar de actores, de lo principal de este deporte. Chris Froome y Alberto Contador son dos hombres completos que en plena forma van muy bien en todos los terrenos. Ambos han ganado el Tour y no tienen un mal trazado para sus intereses. Pero, ¿y Nairo Quintana? ¿Puede ganar este Tour el colombiano?
Tiene varios enemigos para hacerlo. Obviamente, por calidad escaladora y como ciclista aspirante a ser tan completo como los otros dos favoritos, puede. Su problema, incluso, no es de rivales. Hay factores que juegan en un mes tan concurrido como julio, donde todos los equipos llevan su traje de gala y no perdonan ni la más mínima oportunidad de dejarte de lado. Que le pregunten, sino, a su compañero Valverde.
El gran enemigo de Nairo es la primera semana. Los nerviosismos pueden pasar factura a un corredor tan ligero por mucho que le protejan. Además aún es ‘nuevo’ en el pelotón de élite y aún se tiene que ganar el respeto del gran grupo. Lleva su tiempo. Si salva esos primeros días, aún tendrá la etapa del pavé, donde puede ceder un mundo. No es su territorio y no tiene un equipo experto en esas situaciones, por lo que tendrá que intentar salvar los muebles.
Después tiene el último, la contrarreloj de 54 kilómetros en los que en teoría tanto Contador como Froome son superiores a él. A ella debe llegar con la tranquilidad que le darían al menos dos minutos. Al ser al final influyen mucho las fuerzas, pero al ser tan llana la ventaja sería para el británico. Más igualada estaría la balanza con el madrileño.
Pero sí, ¿por qué no va a ganar el Tour? En 2013 fue el más fuerte en montaña, incluso por encima del exhibicionista Froome. Fue sólo en el riesgo del colombiano cuando el de Sky le superó. A igualdad de condiciones no pudo con él en ninguna ocasión. Tanto en Bonascre como en el Ventoux había atacado de lejos para buscar la victoria de etapa. Sin embargo, ni en Alpe d’Huez ni en Semnoz, donde tanto él como Joaquín Rodríguez lograron separarle, Nairo se mostró más fuerte. Tiene fondo y la mente muy fría, decide muy bien. Y se conoce muy bien, sabe perfectamente lo que necesita en cada momento.
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