Peter Sagan es el ‘pichichi’ de esta temporada (22 victorias), superando a Mark Cavendish (19). El eslovaco, muy polivalente, ha acumulado números y podios, aunque deja la sensación de que sus triunfos podían (o debían) haber sido menos y de mayor calidad. Es así que en las clásicas visitó demasiado el segundo puesto, raro en él. En las vueltas acumuló sus mayores botines, pero en demasiada concentración, de demasiados tirones.
Es un ciclista aún joven, pero con un potente equipo a sus espaldas y volcado como Cannondale. El tiempo pasa y, aunque es cierto que tiene mucho ciclismo en sus piernas, no debe conformarse con “ganar experiencia”, como afirmó tras el Mundial. No debe dejar en el olvido que un corredor ‘menor’ como Ciolek le alejó de su primer Monumento.
Por contra, le falta un punto de pausa en algunas circunstancias. Las carreras, salvo accidente, suelen seguir un guión muy lineal: sota, caballo y rey. Romper ese esquema o hacerlo propio debe ser su reto. Ese y rodearse de lo mejor en cuanto a gregarios. Sólo así se convertirá en el killer que se espera.
