Con Flecha retirado y el francés liderando un equipo emergente como IamCycling, le tocará el papel de luchar contra auténticos equipazos prácticamente en solitario, sin más ayuda que su compañero Pineau y con el objeto de lograr la tan ansiada y merecida victoria en una gran clásica.
El ex de Omega-Pharma no es exactamente un animador, ya que entra en todas las quinielas para luchar por el top-5 en cualquiera de los grandes días de las piedras. Con su edad entra en el umbral justo establecido por los cánones tradicionales para comenzar a triunfar en este tipo de pruebas. Se dice que a partir de los 33-34 el ciclista adquiere la suficiente experiencia y madurez en un mundo tan duro como el de las clásicas del norte.
Sin embargo, es muy difícil lo que quiere realizar. Ha dejado Omega con el fin de liderar por fin una escuadra con todas las consecuencias. En cambio, la sensación es que sin estar en el conjunto belga lo va a tener más difícil que nunca, ya que en él podía tener ese factor táctico que da la presencia de gente como Boonen.
Discípulo de Bernaudeau, es más que un corredor de un día. En su vida deportiva ya ha lucido en dos ocasiones el liderato de la Vuelta, incluso intentando pelear por la general. En el Tour nunca se ha probado a fondo, pero no es carrera para él, ya que la montaña en su versión de gran montaña no es terreno para él.
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