“Si hay un lugar en Barcelona dónde se puede tocar el cielo, ese es el Turó”.
Así describió un compañero cicloturista esta emblemática cima Barcelonesa, referente del cicloturismo en la provincia. Un coloso a nivel ciclista que cuenta con todos los alicientes necesarios para considerarlo como tal.
Un inicio sin grandes dificultades al paso por Mosqueroles nos lleva a la primera rampa seria, pasada La Costa del Montseny. Una primera dificultad que nos permite “encarar” el Turó de l´Home, que a partir de este punto se dejará ver en casi todo momento. De nuevo un tramo menos exigente pasando por la Font Martina (a tramos irregular con algún descanso) nos deja en una “perfecta” sucesión de 4 herraduras en apenas 1 kilómetro. Una zona que le da un “nuevo” toque que no había tenido la subida hasta entonces y a la vez le da un punto extra de dureza.
Pasada esta zona, y tras un tramo de leve bajada, encaramos los “escénicos” últimos 6 kilómetros. Aquellos que hacen “grande” esta ascensión tanto a nivel paisajístico como a nivel de dureza. Una carretera “descarnada” que tras una sucesión de herraduras nos deja encarando la durísima “rampa del pozo”. Superado este gran escollo solo nos queda “pasar por debajo” del Turó para rodearlo y acabar coronando en el vecino Puig Sesolles (1667 m.)
Texto y datos: Raúl Massabé / Gráfico: Miguel Baeza