A lo largo de esta semana, de forma original pero controvertida, el Giro ha ido presentando su recorrido de 2022. Repartiendo a los aficionados golosinas y sinsabores, porque incluso hasta en su manera de presentarlo ha sido controvertido. Y el resultado final tampoco deja de sorprender: ni las críticas ni las alabanzas acaban de ser unánimes.
Como todas las grandes vueltas, este año la carrera empieza fuera del país de origen. En este caso, en Hungría. Y lo hace con una etapa con final en ligero repecho para que los líderes se dejen ver un poco y se vea quien no está en plena forma. La segunda etapa deparará más diferencias, pero en cualquier caso, pocas. Una contrarreloj de tan solo 9 kms con final (de nuevo) en ligera subida será insuficiente para que los especialistas distancien a los más escaladores. Sobre todo si tenemos en cuenta que solo habrá otra crono en el recorrido. El tránsito húngaro se cierra con la primera etapa claramente para el sprint, donde la volata está asegurada.
Tras el primer descanso, se retorna a Italia por Sicilia. Allí se disputan varias etapas, siendo sin duda clave la subida al Etna, por una vertiente nueva que añade dureza, dividiendo la ascensión en dos partes, la primera de ellas con pendientes muy fuertes durante 2 kms, y la final, más larga y tendida, para un total de 25 kms al 6,5%. Se alternarán con etapas llanas y quebradas de vuelta a la península. Especialmente intensas se prevén la etapa de Nápoles, con 5 vueltas a un circuito con cota incluida, y sobre todo la etapa de Potenza, con un perfil de sierra constante, 200 kms y puertos muy señalados, con el largo y tendido Monte Sirino y el corto pero muy duro Monte Scuro con unos 6 kms de ascensión al 9,5%. Se corona a 60 kms de meta, pero terreno sigue siendo pestoso hasta el final, con dificultades para el que quiera perseguir.
Antes del segundo descanso llega la primera etapa de alta montaña, con final en Blockhaus y todo un tránsito por el macizo de Maielleta que no dejará descanso. De salida se afronta el típico puerto trampa para forzar fugas, en este caso Rocarasso, y se deja para el final un bucle con paso por la vertiente oeste de Passo Lanciano, con 10 kms finales al 7%, y tras un descenso revirado, el final cerca de la cima del Blockhaus, con 9 kms al 8,6%.
El descanso vendrá seguido de una etapa llana antes de dar paso a la media montaña. En Génova, con un puerto de primera a 20 kms de meta, en Cuneo (con los puertos muy lejos de meta) y sobre todo en Turín, con un recorrido en torno a Superga con hasta 11 ascensiones de todo tipo y condición donde las persecuciones serán muy difíciles.
Para concluir el bloque, de nuevo etapa de alta montaña, con final en Aosta, en la muy tendida subida a Cogne, pero precedida de dos grandes subidas a Les-Fleurs (11 kms al 7,5%) y a Verrogne (12 kms al 7,8%) que enlazan perfectamente con la subida final.
Para la tercera semana, más madera. Comienza con dos etapas de alta montaña, y qué dos etapas. La primera con final en Aprica, subiendo el tremendo Goleto di Cadino (20 kms finales al 6%) y tras un largo tramo llano la vertiente suave del Mortirolo (12.5 kms al 7,7%) para terminar con la subida a Teglio (4 kms al 9,5%) y la subida al Valico di Santa Cristian (13,5 kms al 8%) que queda a tan solo 6 kms de la meta en Aprica.
Al día siguiente no acaba la dureza, con Tonale y Vetriolo antes de la subida a Lavarone, muy escénica y dura, con 8 km al 10%, desde donde quedan 8 kms de falsos llanos a meta.
Etapa llana en Treviso antes de afrontar el tríptico final, con etapas en Castelmonte, pasando por la zona de Caporetto y la tremenda subida a Kolovrat, (11 kms al 9%) antes del final en cuesta; la Marmolada con San Pellegrino (18 kms al 6,3%, con 2 kms por encima del 11%), Pordoi (11 kms al 6,7%) y el final en Marmolada (14 kms al 7%, pero los 6 finales al 10%) y el final en Verona, en una crono absolutamente decepcionante con 17 kms y un paso por Torricelle que apenas servirá para limar segundos entre los de la general, pero no para que los especialistas tengan ninguna opción frente a los escaladores, que habrán disfrutado de muchísimas etapas y puertos para lograr diferencias.