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ANÁLISIS PCM: UN “VUELTÓMANO” SALVA LA CLASSICISSIMA

Pese a sus triunfos en el Giro de Lombardía y en los Campeonatos Nacionales italianos, Vincenzo Nibali está etiquetado como vueltómano. Pues bien. Ayer el siciliano nos volvió a gritar que sí, que está muy bien que lo tengamos catalogado de esa manera. Pero que por favor, también lo incluyamos dentro de la élite actual de los clasicómanos.

¿El actual formato de la Milán- San Remo puede dar, en el contexto del ciclismo actual, más de sí de lo que dio ayer esa carrera, gracias a Vincenzo Nibali? Esa es la pregunta. Ese es el debate. Esa es la cuestión acerca de la cual deben deliberar los organizadores de la Classicissima de cara a futuras ediciones. Y hacer efectivas las decisiones que consideren oportunas.

En nuestra modesta opinión, ayer Nibali hizo dos grandes aportaciones al ciclismo italiano. La primera: que tras el triunfo de Pozzato en 2006, nuevamente un corredor transalpino se hizo con la victoria. La segunda, para nosotros aún más importante. Salvar a un estandarte de ese ciclismo como es la Milán- San Remo de la indiferencia más absoluta.

¿Salva un final tan rutilante como el de ayer toda una clásica como la Milán-San Remo?

Que cada cual opine lo que quiera. La nuestra es que no lo salva. Porque la Milán- San Remo, en su actual formato, no puede aspirar a más que lo de ayer.

Durante las últimas décadas, muchas de las clásicas han cambiado los trazados por donde discurren. Modificaciones muchas de ellas que generan agrios debates y frontales oposiciones. Opinable es si esos cambios han resultado positivos o no para esas carreras. Sin embargo, el denominador común es que hay un afán innovador, en el sentido de mejorar. Pues bien. He aquí a la Classicissima, que lleva varias décadas sin apenas modificar su formato, pese a las tediosas ediciones con las que nos viene acostumbrando.

Ayer camino seguíamos de ello, hasta que Nibali lanzó su explosivo ataque en el ascenso del Poggio. Cosa que, también, cabe insertarse en el muy previsible guión de las últimas ediciones de esa carrera. Vamos. Que un ciclista ataque en el Poggio es lo menos puede sorprender actualmente. Otra cosa es quién lanzó ese ataque. Respecto a eso… la cosa cambia. Por ejemplo, en una web tan especializada como Parlamento Ciclista, de una lista de 24 favoritos al triunfo, Vincenzo Nibali no estaba incluído. Con eso queda dicho casi todo. Todo hace suponer, viendo el resultado final, que ese ataque no sólo sorprendió a los aficionados. También a los otros rivales y directores deportivos. Y no será porque al “Squalo” no se le vio por las primeras posiciones del pelotón en los ascensos de los capos previos.

El hecho es que Nibali cogió unos segundos en el alto y se lanzó en el descenso con su pericia y técnica habituales, más esta vez motivado por el premio que le esperaba poquísimos kilómetros más tarde. La cuestión sería, llegado este momento del artículo, ponernos a elucubrar acerca del porqué Vincenzo Nibali pudo adquirir esos segundos de ventaja decisivos para el triunfo. Respecto a eso, las opiniones son tendentes al infinito. ¿Falta de fuerzas de sus rivales para responder a ese ataque? ¿Falta de adecuación de las tácticas predeterminadas a esa circunstancia por ese rival en concreto? ¿Falta de agilidad mental por parte de los ciclistas rivales? ¿Imposibilidad absoluta de saltarse las órdenes que se transmiten por los pinganillos? Y así sucesivamente…En definitiva: al no disponer de suficientes elementos de juicio, no podemos pasar de meras especulaciones. Cada ciclista y director deportivo da su versión y vaya a saber usted hasta qué punto es cierta… Lo más, se pueden aventurar hipótesis. Como que Sagan, por lo visto este año en San Remo y en la Strade, no parece dispuesto a tener vagones detrás suyo siendo él la única locomotora y está adoptando tácticas más conservadoras, sino es simplemente falta de fuerzas, claro está.

En resumen, sorprendió que el ataque de Nibali no encontrase más reacción en sus rivales. Aún así, la emoción se mantuvo hasta el final. Trentin intentó contactar con Nibali, y el pelotón cerca estuvo de cazar al “Squalo” en la recta final cuando Caleb Ewan volvió a hacer gala de su extraordinaria rapidez.

Poco más cabe decir acerca del vencedor. Que su agresividad le ha dado un nuevo, gran y merecido triunfo. Agranda su enorme palmarés y se hace más popular todavía entre la afición enamorada del ciclismo de ataque. Nibali obtuvo ayer una gran victoria. La que fue pírrica en esta oportunidad fue la resistencia con la que se enfrentó.

Bellos paisajes. Minipuertos de escasos porcentajes subidos a gran velocidad. Cortes producidos por no poder seguir los latigazos que se dan debidos a esa velocidad. Desgaste producido por esa velocidad y por el largo kilometraje. Y un final absolutamente previsible. ¿Es suficiente y atractivo eso en el ciclismo actual?

RAÚL ANSÓ ARROBARREN @ranbarren

One Response
  1. Por supuesto que lo es. He visto el final de la prueba y a pesar de saber qué pasaba, he vibrado con la actuación del corredor de Bahrain.
    Ojo que con este triunfo en San Remo da un pasito por delante de Froome y Contador…

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