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Cadel Evans, doce años de rosa

Muy diferentes han sido las tres ocasiones en las que el ciclista australiano ha lucido la maglia más representativa del Giro. Doce años en los que sólamente se ha dejado caer por la ronda transalpina en cuatro ocasiones si contabilizamos la presente edición. Ha acumulado en ese intervalo el 14º, el 5º y el 3º puesto, demostrando una regularidad que muy pocos pueden ofrecer. 

La primera ocasión en la que el líder de BMC lució el rosa fue en el año 2002. Una edición en la que fueron cayendo los grandes favoritos italianos debido a problemas extradeportivos. Garzelli, Simoni y Casagrande dejaron la carrera debido a ser relacionados con dopaje o por enviar al hospital a otro ciclista de un empujón. Motivos que dejaron a Savoldelli el Giro en bandeja. La Marmolada abrió el árbol a Hamilton, Evans, que cogió el rosa, o Aitor González.

En cambio, la llegada al passo Coe, en Folgaria, fue provocando una a una la explosión de todos los favoritos a excepción de Il Falco, que se coronaría en la cima del puerto dolomítico. Evans, entonces en Mapei y recién llegado del MTB, tuvo que soportar un calvario para llegar a la cima. Una inoportuna pájara tuvo la culpa. Fue el inicio como gran estrella de este australiano al que nadie quería seguir en los descensos.

Desde entonces se centró en el Tour y no quiso volver a saber nada del Giro hasta 2010, año en el que estrenaba los colores del BMC, equipo hecho por y para él. En aquella ocasión fue el azar del viento el que le llevó al liderato. Fue fugaz, ya que después sólo pudo resistir en la montaña y alcanzar un meritorio, pero insuficiente quinto puesto. Ganó una etapa a lo campeón tras el durísimo sterrato, dejando imágenes dantescas que han quedado para la historia del Giro.

El varapalo en el Tour de aquella temporada, acentuado por una caída, le hizo reflexionar: adiós a ser competitivo en el mes de mayo. Ello le hizo auparse con la victoria final de París, lo cual reforzó su idea, que repetiría -sin éxito- en 2012. Batido de forma clara por los Sky y su coequipier Van Garderen, pensó en centrarse en la carrera que siempre había esquivado. Así, en 2013 consiguió subir al podio, ayudado por la suspensión de las etapas más duras.

Doce meses más tarde vuelve al rosa y es uno de los mayores candidatos a alzarse con el trofeo de campeón. Sin embargo, queda toda la montaña y sus rivales, que no son precisamente pocos, aún no han jugado sus bazas. Y lo harán. Lo lógico es que ceda esta prenda ante los más firmes escaladores, pero con él nunca se sabe. De momento se ha mostrado como el más fuerte y como si por el viejo Cadel no hubiesen pasado los años.

L.S.

Cadel Evans consigue su primera maglia rosa – Giro 2002

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