El colombiano empieza de forma magistral la temporada. Un buen triunfo en Haut Var en lo que supone su segunda carrera del año tras haber tomado la salida en el Tour del Mediterráneo. El de AG2R se impuso a Degenkolb y Dumoulin en la meta de la primera etapa, siendo segundo en la última por detrás de Moinard, pero por delante de Cadel Evans.
Una diana que le dará moral para afrontar las clásicas de primavera, su primera estación en un año en el que el de Antioquía descubrirá el Tour de Francia. En él será el jefe de filas de su equipo, que cree también en las opciones de un Peraud muy regular, pero poco vistoso. Justo lo contrario al sudamericano, que correrá sin pretensiones particulares, pero que, como sucediese en el Giro 2013, puede destacar en cualquier momento.
No sería descartable que el fino escalador pelease más de una victoria de etapa, algo para lo que tiene buen sentido. Sin embargo, no termina de rematar en los marcos más importantes, si bien tiene en su haber más de una clásica italiana, con lo cotizadas que están entre los locales.
Es rápido en las llegadas y eso le hace ser muy temido, aunque al ser también un ciclista explosivo, dejarle de rueda no es nada sencillo. Si en las Árdenas se encuentra a un buen nivel, cuidado con su habilidad en las cotas. Ya en 2013 estuvo a punto de dar varias sorpresas, sobre todo en Flecha Valona.