El subcampeón de la Vuelta a España ha sido noticia en las últimas semanas por sus declaraciones sobre los distintos recorridos presentados por los organizadores del Giro de Italia y del Tour de Francia. El británico ha expresado su desacuerdo con ASO y el modelo propuesto para la edición de 2015, donde destaca la ausencia casi por completo de kilómetros contra el crono, una especialidad en la que el líder de Sky obtiene sus rentas sobre otros favoritos de cara a las etapas de montaña, donde si se encuentra en su mejor forma, donde también suele dominar.
El Giro, por contra y a pesar de su tradición de acumular puertos en maratonianas etapas de montaña, ha variado su rumbo para desmarcarse de ese perfil de etapas rebajadas en dureza, pero repartidas a lo largo de las tres semanas de carrera. Incluye, además, una contrarreloj larga, el gran atractivo para un Froome que siempre ha expresado su intención de poseer en su palmarés la victoria en las tres grandes.
Este hecho bien podría hacer que la balanza a la hora de elegir dos grandes para disputar se decante por el doblete Giro–Vuelta. El Tour es complicado y complejo para un hombre que no tiene ni siquiera la garantía de la contrarreloj en esta ocasión. Por ello, valora un posible año sin acudir a la mejor carrera del planeta.
Hasta ahí no hay problema, han sido muchos los corredores que han optado por esquivar el Tour y poder afrontar así dos grandes con garantías de éxito. El conflicto viene por el vacío que dejaría en la alineación de Sky para el Tour de Francia. Sería una solución dar la capitanía a un Wiggins que, encantado, la asumiría al no encontrarse su ex-delfín. Pero existe un grave problema y es que la ausencia de contrarreloj individual hace poco atractivo el recorrido para un hombre de las características del Sir.
Es por ello por lo que habrá que esperar para conocer cómo se suceden los acontecimientos y se vayan conociendo detalles del mapa de la Vuelta, que de incluir una crono larga (muy probable) podría influir definitivamente en la decisión. El doblete Giro–Tour parece poco probable, eso sí, aunque tampoco sería descartable. En Sky, eso sí, bien podría surgir un debate entre lo deportivo y lo comercial, donde no cabe que la gran estrella del equipo no aspire a reeditar su triunfo de 2013.
L.S.
