Desde hace ya tiempo vienen hablando de él los que le conocen. “Es muy bueno”, afirmaron en su momento. No iban desencaminados, pues el ciclista de Livorno tiene dos etapas en el zurrón de nueve posibles en el actual Giro de Italia y lo ha dado la sensación de conseguirlas casi sin despeinarse, con la facilidad que se había observado únicamente a un ciclista español que allá por el año 2003 ganaba con suma facilidad en las llegadas en cuesta: Alejandro Valverde.
El buen momento de forma que atraviesa se corresponde con su juventud, que le permite estar en guardia de enero hasta octubre. Como una exhalación acabaría la temporada pasada, enrachado en las clásicas italianas y así daría banderazo de salida al 2014, con una magnífica victoria en el Tour Down Under. Capaz de ganar en un repecho, en un final en alto o en grupos reducidos. Solvente escalador y llegador, ¿será capaz también de subir al podio de una gran vuelta?
En la pasada Vuelta fue segundo en la cima del Naranco, lo que indica que fondo físico para rendir en las tres semanas debe tener. Nacido en julio de 1989, ya ha terminado tres grandes, todas ellas entre los cuarenta primeros clasificados, algo a tener en cuenta.
Ahora en esta edición asume por primera vez el liderato único del Lampre y parece que la responsabilidad no le pesa, al menos de momento. Llegarán los grandes puertos y será una de las referencias italianas, algo que sí le puede aportar presión, huérfanos de grandes líderes ante las ausencias de Nibali en la ronda italiana. En montaña ha tenido buenos resultados. Sin ir más lejos, en el pasado Tour de Polonia, que se corría en sus primeras etapas por suelo trentino, se impuso en una cima mítica: Madonna di Campiglio. No por su dureza, sino por lo simbólico, ya que en aquella estación de esquí fue desposeído de la maglia rosa y descalificado del Giro en 1999. Ahí empezó el principio del fin de Marco Pantani.
Compañero de Damiano Cunego, es ahora el momento de que se defina como corredor. Si finalmente puede con la general de una gran vuelta por etapas, su futuro bien podría cambiar. Lampre tendría en él su referente para muchos años, teniendo además la posibilidad de sumar victorias en clásicas o etapas gracias a su punta de velocidad. El hombre franquicia tras los pasos de Pantani… o de Valverde.
L.S.