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El ejército de Vincenzo Nibali

El siciliano ha podido observar en la pasada Dauphiné cómo ha de afrontar un duelo ante sus grandes rivales, un Contador que parece en igualdad de condiciones muy superior al italiano. El equipo será a temer, con grandes corredores reconvertidos en gregarios para la ocasión, aunque el funcionamiento del líder es el primer requisito para que todo el engranaje luzca como debe. 

El Astana, dirigido, no nos olvidemos, por Giussepe Martinelli, director del mítico Marco Pantani, fallecido hace justo diez años, tiene en Nibali su razón de ser en las grandes vueltas. Bien es cierto que la italianización que ha sufrido el proyecto desde hace un tiempo les llevó a hacerse con los servicios de Fabio Aru, ahora una de las joyas de la corona del ciclismo mundial. Con el relevo asegurado y tras haber renunciado a la gran vuelta de su país, el Giro, donde hubiese lucido el dorsal número uno, Vincenzo asume la responsabilidad de llevar la alternativa a Froome y Contador.

Con un motor algo más reducido que sus grandes contrincantes, el ganador de una Vuelta a España debe recurrir a esas otras armas que se le dan tan bien y que le han llevado a ganar en alguna ocasión a los dos favoritos absolutos al título. Sobre todo a la valentía. No le queda otra opción y tiene terreno para expresarse. Sin una gran etapa de montaña por delante, en la guerra de guerrillas en la no tan alta montaña es un rival a tener muy en cuenta y a temer.

Para ello cuenta con un equipo de garantías, encabezado por un potencial líder de circunstancias, Jakob Fuglsang. Tras haber entrado en el top-ten la temporada pasada, el danés encarna todas las cualidades esperables de un gregario de lujo, capaz de aguantar con los mejores en las etapas clave. En el aspecto táctico, si se mantiene bien clasificado, es un as a guardar. Kangert será otro puntal en ese sentido.

Otro ilustre sacrificado es el tambíén italiano Michele Scarponi. Firmado por el equipo kazajo con tal fin y tras un triste y decepcionante Giro, se espera que en este nuevo rol cumpla con las expectativas. Veteranísimo, está ante una de sus últimas apariciones en la mejor carrera del mundo. Se une a sus compatriotas Vanotti y Agnoli, hombres de máxima confianza para el ‘Tiburón’.

Liewe Westra es un ciclista con mucha habilidad en las escapadas y mucho margen de mejora en la montaña, donde ya rinde a buen nivel. Las dos plazas restantes aún se deben confirmar. Kessiakoff cuenta con muchas opciones, lo que aumentaría mucho la calidad media del equipo, aunque también pueden optar por meter un sprint en la alineación como Guarnieri o un rodador como Grivko. Este último tiene muchas opciones de entrar.

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