Madrileño, el escalador de Katusha está construyéndose un palmarés muy interesante. En ocasiones da qué pensar: ¿y si le concedieran el liderato absoluto de un equipo? En tal caso no sería él, no ganaría el mismo número de carreras desde la segunda línea, no aprovecharía el férreo marcaje que sufre su jefe de filas, Joaquín Rodríguez.
Otra temporada más y otro año en el que ha dejado destellos de superclase. La Flecha Valona ya está en su vitrina tras un resumen de sus cualidades escaladores: explosividad, rapidez y elección del momento justo, su arma favorita. Con esa misma estrategia se hizo con dos etapas en la Vuelta. El maillot rojo es otro de sus logros.
Aunque parezca irregular, fue 5º en la Vuelta 2012, justo por detrás de los cuatro magníficos (Contador, Valverde, Purito y Froome). Un año antes demostró que su destino está unido al de Purito. El gran favorito no estuvo a su nivel, lo que le dio la oportunidad de ser por fin jefe de un equipo. Y cumplió.
¿Alguien duda de que en 2014 seguirá añadiendo conquistas a su botín?
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