Texto: Javier Marco.
Foto: Miguel Bernabe.
Altimetría: Miguel Baeza.
Para iniciar la ascensión, nos acercamos hasta la localidad de Adsubia, y buscamos la zona centro, la más antigua, por donde bajaremos brevemente hasta el cruce de un barranco. En ese punto se inicia “el infierno de La Marina”. Los primeros 200 m son “asequibles”, al 6-7%, pero en seguida la carretera se encabrita y ya prácticamente la pendiente no bajará del 10% durante 3 km brutales donde abundan las curvas de herradura y las rampas por encima del 15%, llegando en un par de ocasiones incluso al 21%, y en varias al 17-18%. Si conseguimos pasar este tramo sin poner pie a tierra llegaremos a un collado y tendremos un brevísimo descenso de 200 m justo hasta alcanzar al cruce que conecta con la vertiente que asciende desde Pego. En este punto tenemos un cambio de asfalto, que pasa a ser más botoso y rugoso, y durante 1 km podremos descansar de la subida, ya que la pendiente se situará alrededor del 7%, trazando un par de herraduras, que en seguida nos conducen a una enorme recta que cada vez se empina más y más y más, hasta llegar al 17% antes de coronar lo que sería el puerto de paso. Aquí podemos decidir entre descender hacia Vall d’Ebo o continuar ascendiendo hasta la cima de la montaña. Si así lo hacemos, tendremos 1 km bastante mantenido al 10-11%, con un asfalto perfecto y trazando varias curvas que nos permitirán disfrutar de la enorme panorámica que tendremos, hasta coronar junto a las antenas de la cumbre.