Después de dos años bastante turbulentos, los hermanos Schleck parecen querer afrontar la temporada 2014 con toda la ilusión del mundo y las fuerzas renovadas. Frank Schleck, a quien un test positivo por diurético obligó a estar en el dique seco durante un año, está deseoso de comenzar a competir para recuperar su mejor nivel; “estoy hambriento por volver a competir, estoy hambriento por volver a ganar”.
El “hermano mayor” de 33 años, ha confesado al periódico luxemburgués Le Quotidien que, dejados atrás los sinsabores del pasado reciente, ha encontrado una motivación que jamás había tenido. Por su parte, el pequeño de la familia, ganador del Tour de Francia 2010, quiere pasar página, poner punto final al vía crucis particular que atraviesa desde el Dauphiné Liberé 2012 y volver a competir al más alto nivel.
En cualquier caso, los dos, fieles a su forma de ser, piensan en el otro, pero, sobre todo, en el Tour de Francia; la carrera que les sigue quitando el sueño. Para Andy, las ilusiones de vestir el maillot amarillo en los Campos Elíseos no se han esfumado todavía: “Mi sueño es ganar el Tour. Pero tal vez no sea posible. ¿Quién sabe? El nivel de competición es, probablemente, más fuerte de lo que era hace cuatro o cinco años. Pero yo sólo quiero empezar la temporada con buenas sensaciones y motivado”.
Mientras tanto, Frank se expresa en términos más relativos: “No voy a decir que quiero ganar la Lieja-Bastogne-Lieja o el Tour de Francia. Simplemente, espero recuperar la forma que tenía en el pasado. Ese el nivel mínimo que quiero lograr”, aunque tampoco deja la Grande Boucle de lado: “Todavía pienso que podemos (Andy y él) ganar el Tour de Francia. El recorrido de 2014 es ideal. Estoy motivado y entrenado. Estoy ansioso de volver a competir”.
Para alcanzar el máximo nivel, sin embargo, los hermanos Schleck deberán volver a recuperar la confianza tanto de sus directores como de los aficionados a través de su rendimiento en la carretera; es decir, a base de resultados y actuaciones que demuestren que todavía tienen cuerda para rato. En ese sentido, Frank se revela ante quienes le acusan de sus mejores días vestido de corto han pasado: “Nadie que no sea yo tiene derecho a decir que mi carrera está acabada”.
Hablando en plural, como siempre, los hermanos Schleck piensan que 2014 puede ser un nuevo punto de inflexión en sus trayectorias deportivas, un nuevo comienzo en sus carreras deportivas que les vuelva a llevar al primer plano internacional. Para comprobar la evolución de dos ciclistas que afirman “querer disfrutar de nuevo del ciclismo”, habrá que esperar todavía unos meses. El debate en torno al enésimo “come back” de los hermanos Schleck, sin embargo, está servido.
PEDRO CEINOS
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