2014 supone el retorno de Frank y se espera el de Andy a su mejor nivel. Los dos han firmado a la baja con Trek y tienen como misión ser los faros del equipo en las grandes vueltas. O en el Tour, su único verdadero interés. Ni se les espera en el Giro, ni en la Vuelta ni en los Mundiales. Sí en las Árdenas, donde deberían ser ya competitivos.
Vuelve la dupla que tanto ha dado que hablar durante el último lustro. Ya sea por su calidad ciclista -mucha-, tanto como por sus polémicas -aún más-. Desde su nefasto Tour 2008 en el que Frank hizo por hacer perder la carrera a su compañero Carlos Sastre hasta unos valores que le han costado una sanción deportiva.
Andy ha sido el que más calidad ha mostrado. Desde su conservadurismo a extrañas declaraciones a los medios, ha pasado de ser uno de los más admirados escaladores a objeto de burla. La sensación más extendida es la de que su gran potencial aún está por explotar. La última polémica la tuvieron ambos con su ex director, Johann Bruyneel, con el que la mala sintonía acabó con una relación sostenida a través de la prensa.