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¿Falta contrarreloj en las grandes vueltas?

Parece ser una especialidad en vías de extinción, porque las grandes vueltas la programan cada vez menos. Incluso las pequeñas vueltas también la programan en menor medida. ¿Porqué? No está claro. Pero ¿qué han aportado las contrarrelojes en las Grandes Vueltas a lo largo de la historia?

Históricamente han sido una especilidad muy utilizada. De hecho eran muchos los kilómetros que se disputaban en las grandes vueltas ya en los años ´50 y ´60. El primer gran dominador del Tour de Francia, Jacques Anquetil, asentaba  su dominio en estas pruebas, mientras que se dedicaba a defenderse en las montañas.  A partir de entonces, los ganadores del Tour (pero también de las otras grandes vueltas) debían, al menos, defenderse bien contra el crono (y en la montaña) para ganar esas carreras.

En los años ´80 seguía siendo así, de modo que fueron varias las carreras que se resolvieron en la última contrarreloj. Recordemos la derrota de Perico ante Roche en la última crono, o la de Fignon ante Lemond enlas mismas calles de París. En los ´90 un auténtico dominador de las contrarrelojes como Miguel Indurain se coronó 5 veces campeón del Tour, ganando muchas de ellas. Lo mismo se puede decir de Armstrong, si bien este tuvo algún desfallecimiento, como en Cap Decouverte.

Pero en los últimos años han ido desapareciendo. De 2 contrarrelojes largas (de más de 40 kms en Vuelta y Giro, más de 50 kms en el Tour) se pasó a una larga y una corta, o dos cortas  (Vuelta 2006, en Cuenca y Rivas). Finalmente, a partir de 2010 en la Vuelta sólo se disputa una contrarreloj individual, siempre en torno a 40 kms. En el Giro también se suele disputar sólo una, a veces más larga (2015, 60 kms) o más corta (2014, 40 kms). El Tour llevaba años reduciendo el kilometraje, hasta dejarlo en unos ridículos 19 kms en 2015.

¿Es una especialidad prescindible? La contrarreloj sirve sobre todo para ver quién es el hombre más fuerte en carrera. Salvo grandes rodadores que no pueden con los grandes puertos (como Tony Martin) o ciclistas físicamente menos dotados para el esfuerzo en solitario (como Purito Rodriguez) los hombres de la general tienden a hacer contrarrelojes en función de sus fuerzas. El que está más fuerte, acaba demostrándolo en las montañas. Entonces ¿porqué la supresión de esta modalidad? Indudablemente, las cronos habrían ciertas diferencias que, posteriormente, debian ser limadas en las montañas. Con lo cual el binomio parece claro. Si hay contrarreloj, habrá más ataques en las montañas. Al menos, alguno más, porque tampoco abundan. ¿Porqué no poner algo más de contrarreloj, entonces?

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