Existe un puerto no sólo comparable a los grandes mitos italianos o franceses, sino que les deja en evidencia. Se trata del Gamoniteiro, un puerto ubicado en las proximidades de Pola de Lena y muy cercano al durísimo Angliru. Inédito en el ciclismo profesional, su perfil se puede asemejar a colosos como el Mont Ventoux.
Para llegar a la cima primero hemos de escalar el puerto de la Cobertoria por cualquiera de sus dos caras. La más dura, la este, ha renovado hace escasas fechas su carretera, siendo mucho más accesible que unas décadas antes, donde incluso los profesionales tenían problemas para transitar por él.
Con la remodelación ha quedado un puerto más duro en lo altigráfico, pero más asequible en lo psicológico, dada la amplitud de la calzada y de las curvas. Aún así hace daño observar que pese al mucho esfuerzo realizado apenas se deja atrás la inclinación que nos acompaña a la espalda. Doble filo.
Pero lo más difícil comienza justo en el cruce hacia las antenas. El puerto se estrecha notablemente y asciende entre grandes rampas, rodeado de un paisaje y unas vistas estremecedoras. Resta algún tramo donde el firme aún está en estado mejorable, pero el resto ha sido reparado y presenta un muy buen estado.
La lástima es que en la cima apenas haya espacio para poder colocar la meta de una carrera ciclista. Este hecho impide que veamos al ‘monstruo’ en acción, que el Gamoniteiro sea poco más que un sueño imposible.
Ph: Pedro M. Labrada