Gesink, la mala suerte sobre una bicicleta

Lo último que necesitaba la carrera del ciclista del Belkin, una operación de corazón. Tras sufrir numerosas lesiones e infortunios a lo largo de su carrera, Robert recibe un nuevo revés tras el cual volverá a dejar aparcada la bicicleta. El enésimo parón para un corredor que no ha encontrado la continuidad que ha buscado. Si bien el esfuerzo por lograrla ha sido plausible, nunca llegó a los niveles que le hicieron ser considerado uno de los candidatos futuros a ganar un Tour de Francia

Tras ser una de las más firmes promesas del pelotón tulipán, Gesink acudió a la Vuelta a España de 2008 como una prueba de su condición de vueltómano. Dejó su sello clasificándose séptimo, puesto que superaría en 2009. Sin embargo, saborearía un primer golpe de mala suerte, cayendo camino de Talavera de la Reina en la 18ª etapa, algo que le haría perder un lugar seguro en el podio de Madrid.

En el Tour fue regular, finalizando 6º, aunque lejos de los puestos cabeceros. El fallecimiento de su padre sería un mazazo que le pondría las cosas aún más difíciles. Lesiones y más lesiones, buenos resultados aislados y de nuevo las esperanzas de un ciclismo puestas sobre sus espaldas. La promesa parecía hacerse más eterna cada vez.

Pero llegó 2012. Sí, en el Tour no le fueron bien las cosas, como de costumbre, pero en la Vuelta obtuvo una meritoria sexta plaza, sólo superado por los mejores corredores de aquel año, todos fueras de serie en las grandes rondas por etapas. Parecía el comienzo de una nueva etapa en su carrera, la definitiva. Tras mucho penar y sacrificio consiguió escalar con los primeros de nuevo. Pero sería sólo un espejismo. Robert volvería a las andadas en 2013, debutando en una prueba que le sería esquiva, el Giro de Italia, que tendría que abandonar antes de la penúltima etapa. Salvó la temporada, como casi siempre, al final, con su victoria en el GP de Quebec y una buena actuación en Lombardía.

Sin más ha llegado a 2014, un año en el que todo comenzó sobre ruedas, y no las de la bicicleta. Fue sexto en el Tour Down Under, un destello que indicaba que por fin podía ser su año, confirmado con el quinto puesto final en el Tour de Omán, una carrera exigente y concurrida por los grandes del pelotón internacional.

Pero a partir de ahí comenzó otro calvario. Abandono en la Tirreno-Adriático y en la Vuelta al País Vasco, en las que seguía en la línea iniciada en enero y febrero, pero teniendo que dejar ambas carreras. Lo que se escondía detrás no era simplemente un nuevo problema físico, sino un problema serio de salud. Su corazón necesita ser intervenido y su carrera queda en stand by, con dudas sobre el tiempo de reposo que necesitará para volver a subir a una bicicleta. ¿Volverá?

Entrevista a Robert Gesink: “Aprendí a caminar de nuevo”

Exhibición de Robert Gesink en la Vuelta a Suiza 2010

Gran día de Gesink en el Tour de California 2012

L.S.

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