A sus 27 años le ha llegado su primera gran oportunidad. El croata, pilar absoluto para Chris Horner en la victoria de la pasada Vuelta, lleva un tiempo creciendo en la sombra con el objetivo de ser algún día él el líder de una gran escuadra como es Trek. Ese momento ha llegado y el escalador será el jefe de filas del equipo estadounidense en el próximo Giro de Italia.
No encontrará un mal trazado para él, con numerosas llegadas en alto, aunque sin etapas excesivamente duras. Además, lleva tiempo mereciendo esa primera gran oportunidad. Ya conoce sobradamente la carrera y sabe lo que es pisar el top-ten, por lo que la experiencia no será un impedimento. En contrarreloj es bastante regular y si bien no destaca especialmente, tampoco deja ir el crono demasiado. Este hecho le ha llevado a ser 15º en el pasado Giro y 17º en la pasada Vuelta, en la que ejerció la mayor parte del tiempo de gregario del a la postre ganador, Chris Horner.
Un rendimiento que no ha sido capaz de cristalizar en el Tour, carrera en la que sólo ha sido de la partida en una ocasión y la cual no pudo finalizar debido a su abandono en la 14ª etapa, que supuso el final de su temporada 2012. Un mal recuerdo que no borrará este año, ya que no está previsto que tome la salida en Inglaterra, dejando sitio a los Cancellara, Schleck y compañía que tienen en Francia el objetivo principal del año.
No ha tenido mal rendimiento a lo largo de este 2014, si bien ha reducido su presencia en pruebas con respecto a otros años. Sólo le hemos podido ver en Tirreno-Adriático, donde debutó con un séptimo puesto final, o en País Vasco, donde le faltó un punto para estar con los mejores, cumpliendo con una buena posición en el top-20. Si la evolución continúa de igual modo, llegará en plenas condiciones a la salida del Giro, en Belfast.
L.S.
Kiserlovski, a punto de ganar en País Vasco
