Hoya de Charilla

Paisaje (5/10): olivar al inicio que irá dando paso a una zona más agreste, sobre todo a partir del portillo de Alhucema.

Tráfico (8/10): apenas nos cruzaremos con un par de coches desde que salgamos de Charilla.

Estado del pavimento(3/10): bastante deficiente, sobre todo en los descensos.

Observaciones: pese a su escasa longitud, se hace esencial contar con un desarrollo adecuado o, en su defecto, con un buen estado de forma que permita superar sus rampas.

Ya el paso por Charilla que conduce a La Hoya presenta alguna dificultad por su estrechez y, como no podía ser menos, la carretera del puerto es de ésas que podríamos denominar como ratoneras. Tras el repecho de aproximación y salida de la pequeña localidad, un fuerte descenso nos situará en el inicio de este corto y explosivo puerto. Las suaves rampas iniciales no serán más que un espejismo ante la terrorífica cuesta que impedirá nuestro avance: 1,8 km. Al 13,9% es la tarjeta de presentación de la parte inicial de este ascenso: el portillo de Alhucema. A la fuerte pendiente se le une un asfalto rugoso, puntualmente desgarrado y salpicado de gravilla por momentos.

La carretera, estrecha, traza una larga recta que sólo serpentea al torcer una pareja de herraduras mediada la cuesta. Antes habremos superado varias rampas al 20%. Sin capacidad para echar un vistazo al entorno que nos rodea, bastante tenemos con mantenernos sobre la bici hasta que la pendiente termína por cejar tras un último latigazo al 21%.

Un corto descenso, en mal estado, nos sitúa ya en el tramo final del puerto, ligeramente más largo, pero más suave. El paisaje en estas estribaciones adquiere una considerable belleza, con la Sierra de la Martina a nuestra derecha. Precisamente al coronar, tras otro cortísimo -y muy deteriorado- descenso, conectamos con la carretera del puerto de la Martina (Collados de Frailes).

Martín Cervan