Visiblemente contento, aunque reflexivo y autocrítico, Javier Guillén toma partido sobre los varios temas que surgen en una conversación muy ciclista y agradable. En primer lugar sobre la última edición de la Vuelta, un notable éxito a todos los niveles, donde Contador provocó un desenlace tan inesperado como hermoso, más tarde sobre futuro y actualidad ciclista.
Tras una fantástica edición, ¿qué balance hace Unipublic de la Vuelta 2012?
Javier Guillén: El balance que podemos hacer es muy positivo. Creo que es justo decir que el resultado ha sido sublime. Cuando empiezas una Vuelta siempre tienes unas expectativas optimistas, y este año creo que se han colmado con creces. Es cierto que veníamos de dos ediciones muy entretenidas, con grandes resultados deportivos, pero este año todo ha sumado a favor.
“La suma del recorrido y los ciclistas ha provocado una Vuelta irrepetible”
Ha habido una suma de circunstancias (recorrido, escenarios, corredores, competencia de corredores, medios de comunicación…) que nos ha llevado a tener una gran Vuelta. No sé si la mejor de la historia, pero en todo caso irrepetible. Ojalá la tengamos mejor, qué duda cabe, para eso hay que trabajar, pero tenemos el listón muy alto.
¿En qué crees que ha mejorado la Vuelta con respecto a 2011?
JG: No sé en qué ha mejorado desde el punto de vista deportivo. En 21 etapas hemos tenido 21 historias, a los mejores ciclistas del pelotón mundial peleando por las etapas, sin ningún regalo en ningún caso. Yo creo que la Vuelta de 2012 ha certificado su personalidad y ese puede ser el mayor avance. Tenemos un camino bien trazado, la gente ya sabe lo que se va a encontrar en la Vuelta y además le gusta lo que se va a encontrar.
“2012 ha supuesto el certificado de la personalidad de la Vuelta”
¿Hasta qué punto crees que Contador ha sumado?
JG: La presencia de Alberto ha ayudado muchísimo. Es el corredor más importante del pelotón, todas las carreras queremos tenerle. No sólo por su trayectoria, sino por lo que es y lo que representa. Sobre todo por la forma en la que se entrega en la carretera, lo da todo. Su honradez deportiva desde el punto de vista de que no se deja nada en el tintero es digna de admiración.
“Contador gusta no sólo por sus victorias, sino por la forma en la que las consigue”
A la Vuelta le suma mucho que gane Contador, pero no sólo por hacerlo, sino por la forma de hacerlo. En este caso ha tenido que ganar a dos súper clases como Alejandro Valverde y ‘Purito’, que hasta la etapa 15 tenían además a Chris Froome ahí en la pelea, uno de los mejores corredores para grandes vueltas de la actualidad y del futuro.
¿Contento con todos los actores? ¿Hay alguno que te haya decepcionado?
JG: Estoy muy contento con todos los corredores. Primero por querer venir y segundo porque todos creo que en la medida de sus posibilidades se han dejado la piel. Se ha roto un axioma que desde hace unos años estaba muy asentado que es que no se podían correr dos grandes el mismo año. Sin embargo, hemos tenido a tres de los cuatro primeros que han participado en dos y han rendido en ambas a un gran nivel.
“Se está rompiendo el axioma de hacer una grande por año”
En el Tour Froome ha rendido a un gran nivel y Valverde tampoco ha estado nada mal. ‘Purito’ ha mostrado un gran nivel en el Giro, hasta tal punto que me sabe a victoria su segundo puesto. Siempre te gustaría que alguno más se sumase a la pelea, pero tener a cuatro corredores de esta talla con opciones claras en la etapa 15 es un balance que ya quisiéramos muchos en otras ocasiones.
“De nuevo el campeón del mundo surgió de la Vuelta”
También contamos con que el campeón del mundo ha vuelto a surgir de la Vuelta, que, aunque no nos gusta demasiado que vengan a la Vuelta a preparar otras carreras, también te gusta. Este año tenemos que estar muy contentos con los corredores.
¿Esperabas el desenlace?
JG: Yo esperaba que el ganador estuviese entre uno de los cuatro que estamos comentando, aunque una carrera de tres semanas es una aventura en sí misma, no sólo por su exigencia deportiva, sino porque cualquier circunstancia de carrera te puede echar al traste todas las ilusiones.
“Nunca sabremos si Valverde hubiera aspirado a más sin su caída en Valdezcaray”
El propio Valverde, si no se hubiese caído el día de Valdezcaray, no sabemos si podría haber aspirado a algo más, nunca lo sabremos. Si a eso le añades que un día puedes tener un problema de salud o mecánico, eso nunca se sabe. Encantados con el ganador y encantados con el podio que hemos tenido.
¿Y por la forma en la que sucedió? Tras el Cuitu, parecía que ‘Purito’ tenía la carrera resuelta y que sólo quedaba la Bola.
JG: Lo que el organizador quiere es emoción hasta el final. En ese aspecto hemos tenido emoción en todas las etapas, porque aunque pudiera parecer que en Fuente Dé la Vuelta quedaba resuelta, había que pasar la etapa de la Bola del Mundo, que era una etapa que podía dar juego a que hubiera variaciones en la general. Contento no, contentísimo porque todos los días hubo batalla.
“El ciclismo está cada vez más igualado y cada día es más difícil ver ‘Fuente Dés”
Son días difíciles de ver. El ciclismo está muy igualado y ya no existe esa supremacía de antaño entre gregarios y líderes. Nadie está exento ningún día de circunstancias de carrera. Al final Joaquín por una serie de circunstancias en una etapa que fue entretenidísima desde la salida y digna de estudio, perdió la Vuelta que todos pensábamos que tenía bien encarrilada. De ser primero a ser tercero. Como él mismo dijo, le ganaron en buena lid y lo único que había que hacer era seguir dando pedales. Chapeau por él, un diez como ciclista y un once como persona.
Hablamos de aspectos positivos, pero ¿ha habido alguno que consideres negativo o que se pueda mejorar?
JG: La Vuelta no es perfecta y siempre hay cosas que mejorar debido a que algunas no las haces bien y otras porque no salen como esperas. Por lo general, el que organiza una carrera se fija siempre primero en lo que sale mal por encima de lo que sale bien. Es verdad que lo que funciona procuras no se escape a tu atención para mantenerlo. Desde el punto de vista organizativo, qué duda cabe, nos queda mucho por progresar, faltaría más.
“Pese a todo, 2012 no debe suponer cantar victoria”
La Vuelta 2012 no es una carrera para cantar ningún tipo de victoria. Decir que hay que hacer siempre las cosas así porque han salido bien sería engañarse y meter la pata. No siempre es el mismo recorrido, no siempre es la misma participación, ni la misma climatología… Lo que tienes que ser al final es consciente de que todos los años te toca pelear, saber que tienes un listón que superar y por eso no puedes dormirte en los laureles. Perfectos no somos y nos engañaríamos gravemente si lo pensásemos.
Hablando de recorrido, ¿ha encontrado Unipublic el modelo para la Vuelta? ¿Se ha aproximado al menos?
JG: Encontrar el modelo es muy difícil. Podríamos decir que en estos momentos sabemos lo que queremos y trabajamos para conseguirlo. No creo tampoco que deba existir un modelo rígido por el que guiarse y hacer todas las etapas iguales y Vueltas iguales. Es verdad que tiene que haber una personalidad y un modelo de referencia.
“No me gusta la idea de un modelo rígido, pero sí sabemos lo que queremos”
Tampoco hay que olvidar que lo más importante de una carrera lo aportan los corredores. Nosotros tenemos que proporcionar un escenario y creo que ahí hemos sido capaces de aportarlo, muy del gusto del público en general. Tal vez no del muy entendido, que tendrá sus debates, pero creo que debemos sumar cuanta más gente mejor y que sea una prueba para el público en general.
Creo que hemos sido capaces de a través del recorrido crear un mínimo interés para que la gente se acerque a la carrera. A partir de ahí ya les toca a los corredores. A veces hay toros, pero no hay toreros; a veces hay toreros, pero no hay toros y eso pasa a veces en ciclismo.
“Creo que hemos sido capaces de generar interés por la carrera”
Lo que venimos haciendo en los últimos años nos gusta. También decimos que somos una empresa flexible, que se adapta, que sabe en el contexto en el que está. Las cuestiones que consideremos por alguna razón que no funciona, tendrán que cambiarse. Lo que no cabe decir es siempre la misma Vuelta, siempre el mismo recorrido.
¿Qué balance haces de los 10 finales en alto de 2012?
JG: Muy positivo. De hecho, creo que es una opción que te permite mantener el interés general y la atención mediática durante mucho tiempo. Al final a la gente le gusta eso. Tenemos que aprender a distinguir entre final en alto, ya sea en rampa o en puerto, y etapa de montaña. De las primeras tenemos más que de las segundas. A veces te dicen que sólo hay montaña y eso tampoco es cierto.
“El balance de los diez finales en alto es muy positivo”
Sí que nos gusta incorporar cualquier incidencia geográfica que podamos introducir en los últimos kilómetros. El debate de los diez finales en alto es un debate que a mí me parece apropiado, pero también hay que pensar a quién queremos llegar, si queremos llegar a todo el mundo o no. A partir de ahí, a nosotros nos toca construir 21 etapas, no una etapa que sea sublime y el resto sean normalitas. Tenemos que conseguir que todas generen el interés necesario y al final son los corredores los que tienen la palabra.
“Tenemos que pensar en a quién llegar y construir 21 etapas interesantes”
No nos vamos a poner ninguna medalla, pero tampoco ninguna losa. La etapa de Fuente Dé podríamos decir que dentro del perfil de la Vuelta de 2012 es un tanto atípica. Luego sale la superetapa, pero sale por todo lo que habíamos pasado delante y sale por los que están ahí compitiendo. ¿Si ponemos 21 Fuente Dés, salen 21 Fuente Dés? Pues no. ¿Y si hacemos 21 finales en alto vamos a tener unas audiencias como en el Cuitu? Pues probablemente tampoco
“21 Fuente Dés no te aseguran 21 Fuente Dés”
Lo que tenemos que hacer es generar interés y yo creo que así lo conseguimos. Diez finales en alto podrían parecer a priori muchos, pero yo creo que al final ha quedado en su justa medida. Eso no quiere decir que de diez vayamos a ir a quince, pero tampoco a cinco. Estos diez finales en alto han contribuido mucho a tener la carrera que hemos tenido porque hemos tenido corredores que los han querido y sabido aprovechar.
Tras analizar la edición 2012, la entrevista gira hacia el futuro, aún con los ecos de una edición que ha calado hondo. Canarias, Holanda, nuevos recorridos, tema Armstrong… ciclismo, retos y más ciclismo.
Hablando de los finales en alto, ¿se mantendrá en 2013 algo parecido?
Javier Guillén: Esa es la vocación, sí. Sobre todo lo que queremos es potenciar mucho la primera semana. Creo que en una carrera de tres semanas, el hándicap está en esa inicial, que es esencial para calentar motores, para enganchar al público… Y yo creo que los finales en alto ayudan a que la gente se sume.
También reconozco una cosa. Cuando realmente nos damos cuenta del número de finales en alto es al terminar de confeccionar el recorrido. No nos tiene para nada obsesionados el número, tanto para bien como para mal. Intentamos hacer etapas interesantes en el conjunto general y en el de la propia etapa.
¿Alguna novedad que se pueda adelantar o que se pueda contar?
JG: Novedad que se pueda contar, obviamente no. El problema es lo que entendemos por novedad. Si por ello entendemos visitar nuevos lugares, desde luego que lo intentaremos. Cambia el perfil porque no nos quedamos exclusivamente en la mitad norte y queremos ir a sitios donde hace tiempo que no íbamos.
De alguna manera lo que me preocupa dentro del modelo que hablábamos es profundizar en los escenarios. No sólo proporcionar un tapete, un tablero de juego, sino que alrededor de él haya un marco interesante, como puedan ser monumentos, historias… No sólo enseñarlos, sino hacelo bien, documentados, etc. Esta línea lo que nos guía es a ir a unos sitios determinados antes que a otros.
Novedades en el otro sentido va a haber. Creo que tiene que haberlas y la orografía todavía da mucho juego para que las haya. Tampoco quiero olvidar que cuando se habla de 2012 no se habla de las novedades, sino del espectáculo deportivo que nos han brindado los corredores más allá de todo lo demás.
Galicia se ha convertido en un socio fiel de la Vuelta tras varios años de ausencia.
JG: Galicia nos ha dado uno de los elementos más completos como región que puede ofrecer a la Vuelta: recorrido, escenarios y público. Dentro de los recorridos nos lo da variado, ya que permite combinar muy bien todo tipo de etapa y una relación estrecha con el mar y la montaña. Pero sobre todo nos aporta el contacto con el público: entusiasta y generoso. Nunca podré agradecer el calor hacia los corredores. No se me borra de la cabeza la etapa de Sanxenxo, que desde Ponteareas no hubo prácticamente un metro sin gente.
Con Galicia se ha seguido un plan estudiado que es el mismo que se siguió con Alicante. Trabajamos un año la montaña, otro la playa y al otro una gran salida. Seguimos ese esquema, no se premedita todo y se hace con perspectiva. En 2013 la salida será muy potente por el público, el escenario y el recorrido. Vamos a tener variedad allí.
También habeis incorporado en los últimos años País Vasco. Junto a Galicia, Asturias y Cantabria completais un flanco donde el ciclismo es muy seguido a pie de cuneta. ¿Crees que ha sido decisivo para cambiar la idea de que la Vuelta apenas cuenta con público que sale a la calle?
JG: Desde hace algunos años no son precisamente cuatro los que vienen a ver la Vuelta. No sólo por que lo reconozca yo, que soy juez y parte, sino porque creo que es algo obvio y objetivo. Tampoco creo que sea conveniente que haga un alarde de optimismo con ello porque va a parecer que nos relajamos y nada más lejos de la realidad.
En cuanto a las diferencias y aquel debate del público del norte y el sur, no es por llevar la contraria a nadie, pero en el sur también hay mucho público cuando vamos. En Andalucía y la Comunidad Valenciana es espectacular. En Castilla-La Mancha también. Recuerdo pocas veces en las que haya habido más público que en una salida en Talavera o en Toledo.
Congregar gente en núcleos es relativamente fácil, pero congregar entre 20 y 30 mil personas en el Puerto de Ancares no estaba ni mucho menos en las mejores perspectivas. No había presión de presencia de público y todos entendíamos que aquello era difícil de que sucediera y sucedió. A mí eso me causó emoción, la gente te da la magia de este deporte. 60-70 kilómetros en coche por carreteras de aquella manera… aparcar, andar cinco o seis kilómetros más… Fue una gran fiesta y tenemos elementos suficientes para decir que la Vuelta hoy día es muy seguida a pie de calle. Aunque también es cierto que debe serlo más. Yo creo que el año próximo volverá a haber mucho público de nuevo.
Llamó mucho la atención la gran cantidad de público que hubo, sobre todo, en el Mirador de Ézaro. Tanto que hubo problemas…
JG: Nunca es demasiada gente. El aficionado suele ser pacífico y respetuoso. Hay que entender que este tipo de lugares son de montaña, donde hay carreteras a veces no muy cómodas, limitaciones que hacen no siempre fácil acomodar. Las evacuaciones no siempre son fáciles. En Ézaro había muchísima gente, pero yo creo que dentro de lo que cabe se ordenó bastante bien. Pidiendo perdón, por supuesto, por los inconvenientes, que siempre por fuerza los tiene que haber. No invitaría nunca a que hubiese menos. Es más, invitaría a que hubiese más espectadores.
Hemos hablado de Ancares. Tras verlo como puerto de paso y como final de etapa, ¿qué balance obtienes?
JG: Ancares se ha convertido en un referente de la Vuelta en estos dos últimos años. Tiene muchas posibilidades, lo sabemos, pero hay que dosificarlo. Sé que entre los aficionados más especializados está la discusión de Pan do Zarco y creo que algún año habrá que subirlo, no soy ajeno a esa circunstancia. Pero también, como comentamos hace tiempo, ¿por qué pensando que esa opción es la mejor, que será la carrera la que lo determine, vamos a gastarla de primeras? Es mejor trabajar de forma progresiva.
Hoy en día Ancares ya tiene marca. El día que hagas lo mejor de él posiblemente se te sume mucha más gente porque ya saben lo que es. A partir de ahí, esto va por gustos y circunstancias de carrera. Pan do Zarco estaría bien si lo metemos, pero no pasa nada si no lo hacemos porque tiene muchas posibilidades muy buenas. Me atrae mucho la idea de subir por Tejedo, pero iremos viendo.
El balance, por tanto, de Ancares es muy positivo. ¿Cuándo será la próxima vez? Quién sabe. A lo mejor en 2013, a lo mejor en 2014… Ya llevamos dos años yendo allí y si no aparece en el recorrido, tampoco pasaría nada.
En 2013 vais a completar el círculo de norte, oeste, sur, este y centro.
JG: El objetivo es ir a sitios donde no se haya estado el año anterior. Nuestra idea es buscar una mayor presencia en el territorio, pero no sólo por el hecho de que en 2012 se haya hecho sólo norte, sino porque la circunstancia de las etapas nos está llevando a ello. Digamos como conclusión que no va a ser sólo norte.
Pero también norte, ¿no?
JG: Trataremos y de conseguirlo todo. No será sólo norte, no será sólo sur y el norte no será sólo Galicia. Abarcar España es complicado porque partimos de Galicia y llegamos a Madrid.
Honestamente, cuando nos han criticado que en 2012, que es verdad, hayamos estado sólo en el norte, pero hay Vuelta todos los años y podemos variar. Otros años ha sido todo sur y este, en otros no ha habido nada de norte… En 2009 a lo mejor nos fuimos demasiado al norte en Holanda.
¿Está cerrado o cerca de cerrarse la salida de Holanda en 2015?
JG: Está bien avanzado, pero no cerrado. Holanda en 2009 fue una apuesta muy personal de Unipublic, ya que excepto estas dos partes nadie se creía que esto pudiera tener el éxito que tuvo y estaba todo el mundo expectante. Las cosas fueron muy bien. Allí ya te conocen, tú les conoces y estaría bien hacerlo, es oportuno, habrían pasado ya seis años.
En estos tiempos que corren, aunque hay que trabajar con perspectiva, la inmediatez manda y aún hay que terminar el 13 y el 14 primero. Lo que tenga que ser en el 15, será. A mí me gustaría repetir la experiencia holandesa, pero de eso a que se haga…
¿Y Canarias? ¿Se retomará?
JG: Antes era un sueño y ahora es un reto. Estamos pendientes de las cirucnstancias. Yo tengo muchas ganas a nivel personal y empresarial, pero hoy por hoy el problema es una cuestión económica. Al final hay unos costes que hay que asumir. Allí o vas bien o no vas bien, no te puedes quedar en medio. Tenemos que ir con todas las garantías. El coste viene dado por lo que cuesta llevar la Vuelta allí. El Gobierno canario con mucha responsabilidad nos dijo que, aunque había muchísimo interés, no era el mejor momento y la Vuelta lo entiende. Hay que entender que la crisis nos afecta a todos, incluida la Vuelta y mucho.
Hablando de crisis, ¿qué opinión tienes sobre el asunto Armstrong?
JG: No me gusta que tengamos que estar con el tema Armstrong porque los temas de dopaje afectan mucho al ciclismo. No conviene mucho pronunciarse en el tema, ya que sería prejuzgar lo que está sucediendo. Obviamente el caso ya ha tenido unas consecuencias muy negativas.
A partir de ahí hay una doble lectura y un debate, ambos con razón. Por qué ahora y para qué y que los tramposos tengan que ser castigados. Es un tema que sólo con el debate hace muchísimo daño. Yo soy partidario de que si ha habido una irregularidad se pague, porque sino se estaría cometiendo un agravio sobre todos aquellos que sí que han pagado por sus responsabilidades.
Sólo puedo establecer dos posturas positivas. Yo creo que una vez se esclarezcan las responsabilidades se podrá vislumbrar una luz al final del túnel. Que aquí no hay vacas sagradas, que el que la hace la paga y que quien juega con el dopaje está abocado al más absoluto fracaso.
La otra lectura que hago es que es un caso del pasado. Es verdad que ha afectado a algún corredor que está en activo, pero ya entrados en edad. De alguna manera hay que poner en valor el ciclismo presente y futuro. Las cosas han cambiado mucho y estamos hablando de un sistema de dopaje de un equipo concreto. Hoy en día se dan casos absolutamente aislados a manos de unos locos, ya que sabes que te van a pillar.
Me gustaría que el tema Armstrong se cerrara con todas las consecuencias y que comenzáramos a mostrar que esto ha cambiado. El ciclismo es el deporte que más lucha contra el dopaje y por eso tenemos este tipo de hechos.
¿Puede ser el adiós de Rabobank la primera gran consecuencia?
JG: Es una malísima noticia, no cabe duda. Debemos saber mostrar que el ciclismo es una deporte limpio, que lucha por serlo y que es sano. Habrá que luchar no por que se queden, sino porque vuelvan. Más por que vuelvan.
¿Cómo ves el Giro del año próximo?
JG: Me ha gustado. Es un Giro muy Giro, con etapas muy largas y algunas muy cortas. Potencian algo que nos gusta, que son los finales explosivos y creo que tiene una última semana muy buena, muy dura, muy del gusto del aficionado, muy del gusto de Javier Guillén también y creo que se pueden desarrollar etapas épicas. Estar a principio de temporada les permite hacer este tipo de cosas, pero más allá de eso me gusta el modo en el que han enlazado unas etapas con otras. Al final han creado un menú muy atractivo.
¿Crees que Wiggins renunciará al Tour para correr las otras dos grandes?
JG: No lo sé. Alabo el hecho de que se esté entrando en una cultura de que es también muy importante ganar las otras dos grandes. Que siempre lo ha sido, pero no hasta el punto de cuestionarse su participación o no en el Tour. Estando el Tour donde está y teniendo que mantener al Tour en ese lugar porque podemos presumir con ello de que el mejor evento del mundo se desarrolla en ciclismo, está bien que exista la conciencia de que no correr el Tour un año puede aportar mucho. Eso lo estamos viendo en los últimos años. Wiggins ha sido un corredor muy importante, pero no hay que olvidar que el primero para la UCI ha sido un español, Joaquín. Ha logrado eso sin correr el Tour, lo cual tiene mucho valor.
Hay alternativas y se debe acercar la Vuelta y el Giro al Tour y no al revés, procurando mantenerle donde está porque a todos nos interesa.
Realizada en octubre de 2012