El corredor vasco estrena los colores del Astana. Con un esquema claro de trabajo y al igual que Nieve para Sky, el ex de Euskaltel será clave en las montañas más importantes del Tour. Será su debut, a los 24 años, en la carrera de más repercusión. Aún tiene un margen amplio de mejora y, sobre todo, de maduración. La calidad la tiene, pero debe demostrar.
Es un escalador a la antigua, de los que tienen cambio de ritmo y sostiene el ataque. Lo malo es que sólo lo ha demostrado en una ocasión, la única en la que se le ha visto levantar los brazos y la que le ha aportado la fama que ahora atesora. Su juventud le ha valido encontrar un hueco que se le está negando a tantos compañeros del equipo vasco.
No tienen prisa desde las filas del conjunto kazajo con Mikel. Es muy joven y quieren cuidarle, que no sienta demasiada presión desde el principio. A partir de ahí, si brilla y se muestra, mejor. En principio correrá como gregario de los grandes líderes, aunque en alguna prueba puede contar con libertad, como bien podría ser la Vuelta al País Vasco, donde seguro lo hace bien.
El de Vitoria ya ha competido en el Tour del Porvenir, donde finalizó quinto clasificado detrás de gente como Nairo Quintana o Andrew Talansky. Por tanto, vista la representación del futuro en esta prueba, no sería de extrañar que se jugase en unos años las pruebas más importantes mano a mano con ellos. Sería muy importante para el ciclismo español que así fuera, pudiendo ser uno de los integrantes de una generación intermedia difícil, protagonista de una crisis profunda como la que acontece.
Ph: Euskaltel Euskadi
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