Luis Pasamontes: “Mi faceta de gregario me ha permitido correr carreras que cualquier gran líder jamás correrá”

Hombre de equipo, todoterreno de los currantes y como dice él, “gregario de gregario”. Luis Pasamontes, Cangas del Narcea, Asturias, 1979, ha desarrollado su carrera en Relax Fuenlabrada, Unibet, Caisse d ´Epargne y posteriormente Movistar. Después le tocó irse a Colombia donde vio otro ciclismo y otro tipo de vida que le cambió en cierta medida su percepción.

De correr y terminar las tres grandes en la escuadra de Eusebio Unzué a las órdenes de gente como Valverde o Pereiro, pasó a disputar otro tipo de carreras de las que no para de presumir.

Ahora, años después de retirarse, es un reputado mentor deportivo que con su libro “El liderazgo del gregario”, explica sus vivencias sobre la bicicleta aplicadas a la vida personal, familiar o laboral. Una nueva visión del ciclismo para un libro que no es solo para ciclistas.

P: Luis, de 2008 a 2011 estuviste en Caisse d´Epargne cuando ya era Movistar y te vas en 2012 a Colombia al Team Movistar Continental, ¿ese cambio a qué fue debido?
R: La verdad es que me afectó bastante el sistema de puntos que entró en vigor en esa época. Era un sistema de puntos que implantó la UCI y al final los gregarios y la gente que currábamos no disponíamos de puntos, y corredores como yo que terminábamos contrato pues tuvimos que buscar una salida. Surgió la oportunidad de irme a Colombia con la estructura de Eusebio (Unzué) con Movistar a ejercer como mentor deportivo pero dentro del pelotón como ciclista a enseñar un poco el ciclismo europeo a los colombianos, y lo que al principio parecía una locura se convirtió en una de las mejores experiencias de mi carrera. Lo previsto era volver al ciclismo europeo después de aquella experiencia pero una serie de circunstancias lo impidieron y me quedo con el buen recuerdo y buen ambiente que se respira en ese país.

P: Una vez dejas de ser ciclista profesional, empiezas una carrera de mentor, de conferenciante deportivo, colaboras con varios medios, ¿qué es “The League of Gregarious”?, el proyecto del que tú eres la cabeza visible.
R: The League of Gregarious es un club que va más allá de un club ciclista propiamente dicho; es un club que aglutina a empresarios y exdeportistas profesionales a los que les une la pasión de la bici y es el hilo conductor de unir empresa y ciclismo. Es un club privado en el que hacemos eventos de networking con el ciclismo como nexo y lo que intentamos es crear experiencias vivenciales difíciles de conseguir de otra manera y el club tiene como misión eso, alcanzar esas experiencias que de no ser por nuestro trabajo serían difíciles de lograr.

P: Ahora además te has embarcado en otro proyecto escribiendo “El liderazgo del Gregario”; ¿qué pretendes conseguir con este libro? cuéntanos como nuestros lectores lo podrían utilizar en su vida diaria, profesional y laboral.
R: Desde hace varios años comparto charlas con empresas y con grupos deportivos e intento trasladar la importancia que tienen los gregarios al ámbito profesional, ya sea empresarial o deportivo y también en el ámbito familiar. Todos en nuestras familias tenemos a grandes gregarios que nos ayudan a alcanzar éxitos. Este libro es la conferencia plasmada en papel. Surgió la oportunidad y bueno, creo que es un libro para todos, creo que no es un libro exclusivamente para ciclistas. Es un libro para personas que en algún momento han sido, son o serán gregarios, todos hemos sido o seremos gregarios, todos trabajamos o ayudamos a alguien a alcanzar un éxito y de alguna manera es también abrir puertas y contar a la gente que a veces piensa que sus vidas no son importantes, que su quehacer diario en una empresa no supone gran relevancia, pues decirles y trasladarles que sin ellos nada sucedería. El mayor porcentaje de personas en cualquier equipo de alto rendimiento empresarial o deportivo, son gregarios, son personas que trabajan y creo que su valor es importante y recordarlo de vez en cuando no viene mal.

“Hay que ir atrás para entender lo que sucede hoy”

P: O sea, que el libro se puede aplicar tanto a la vida personal como a la profesional.
R: Totalmente. No es ni mucho menos un libro autobiográfico. Los dos primeros capítulos sí que cuentan un poco quién es Luis Pasamontes porque dentro del mundo del ciclismo hay gente que me conoce pero no he sido un ciclista que ha conseguido grandes éxitos y además creo que dentro de los gregarios, era “gregario de gregario”, era ese gregario que hacía ese trabajo más al principio de la carrera y cuento un poco de dónde vengo y el por qué de muchas situaciones que después he plasmado en el libro. Siempre digo que hay que ir atrás para entender lo que sucede hoy y de eso va un poco el libro; de experiencias personales aplicables a cualquier ámbito personal y a cualquier ámbito laboral y también un poco el reconocer esa labor que hacen los gregarios en la familia que para mí, mi familia ha sido fundamental y creo que en casi todas las familias todos si nos ponemos a pensar, tenemos un gran gregario.

P: Hay gregarios de todo tipo: mejores, buenísimos o peores; ¿también hay buenos o malos líderes?
R: Por supuesto. Pero en la empresa y en el deporte. Yo siempre digo que el buen líder es aquel que sabe también ser gregario. Mis grandes líderes eran aquellos que en algún momento de su temporada cuando su estado de forma no era el adecuado o volvían de una lesión, no tenían ningún inconveniente en ponerse los guantes y el mono de trabajo y subir bidones o ropa siendo los corredores mejor pagados del equipo y no estando contratados para eso, pero también es una manera de decir a tus empleados o a tus gregarios: “Oye, yo soy uno más y estoy aquí. Cuando estoy para liderar, estoy, pero cuando no, estoy para ayudaros y para estar cerca de vosotros y haceros ver que esto es una tren que tiene que avanzar con todos a la vez y cuando tenga que ponerme a trabajar a vuestro lado, lo voy a hacer”.

P: Tú has sido gregario de varios líderes, entre ellos obviamente Alejandro Valverde. ¿Es fácil trabajar para él?
R: Muy fácil. Con Alejandro sigo teniendo una gran amistad. Para mí ha sido un líder que me ha demostrado algo principal que creo que tiene que tener cualquier líder que creo que es humildad. La humildad es importantísima para que tus hombres de equipo estén cerca de ti y den el máximo. Sobre todo los grandes líderes son los que más humildad tienen y luego hay otros líderes que consiguen victorias aisladas y son los que a veces carecen de esa humildad y creo que Alejandro tiene el estar cerca de sus hombres de equipo, el darles las gracias en un momento determinado de la carrera que hace que “abras gas” y des el máximo por él.

P ¿Qué ocurre para un gregario cuando hay dos líderes?, ¿pesa más la amistad y la lealtad a un buen compañero, o las órdenes de equipo y el deber como ciclista?
R: Yo siempre digo que eso es un fallo de arriba, de la dirección. Yo soy de la vieja usanza, creo en el lema de los mosqueteros, “todos para uno”, y creo que en el pasado Mundial lo vimos claramente: cómo la Selección Española que a veces nos acostumbraba a viajar con varios líderes que pudieran optar a ese maillot arcoíris, pues en la última parte de la carrera hacía falta un hombre que empleara todo ese esfuerzo para trabajar para uno solo. En este caso hemos visto que todos tenían claro cuál era su misión: trabajar para uno. Si ese uno falla, ha fallado, es humano, pero creo que la misión de un director de equipo o un directivo de empresa es hacer ver quien lidera y hacer entender a los demás que hay que trabajar para él y que ese éxito se tiene que convertir también en el del gregario.

P: Y como gregario me imagino que cuando se consigue la victoria dentro del equipo, sea del líder o de otro compañero, la consideras como tuya también, ¿no?
R: Eso es. Recuerdo cuando me llamaban de casa y me decían: “¿cómo habéis quedado?” Y yo decía: “Hemos ganado”. “¿Pero tú qué puesto has hecho?” me decían, “hemos ganado, no sé qué puesto he hecho, el 150, yo qué sé, lo importante es que nuestro líder ha cruzado la meta en primera posición”. Esa victoria la sientes como tuya propia y cuando no se consigue, a veces tenía un sentimiento de estar destruido, desanimado. Yo no había perdido, era el líder que no había rematado, pero lo vivías como algo personal. Era un trabajo en conjunto y cuando nuestro líder perdía, los mecánicos, los masajistas nos veíamos afectados y cuando ganábamos luego nos veíamos recompensados.

P: Luis, ¿qué aprendiste de tu etapa en Colombia, ¿ ha evolucionado mucho ese ciclismo que viste en 2012 al de ahora?
R: Hombre, el ciclismo en Colombia es muy diferente al ciclismo europeo. Allí es un lugar idóneo para captar promesas, talentos que pueden brillar en Europa pero sobre todo lo que aprendí allí es a sobrevivir. Cómo aquí a veces nos quejamos porque llega el neoprofesional que la goma del culote le aprieta un poco, y allí ves que la gente se adapta a lo que hay y sobre todo que a veces te encuentras con personas que aunque tengan poco, dan lo que tienen. Yo allí viví situaciones de una humanidad tremenda que en España no había vivido; gente que te abría sus casas sin conocerlas de nada para que utilizaras su baño…

“El buen líder es aquel que sabe también ser gregario”

P: ¿Te cambió la vida el ir a Colombia?
R: Total. Para mí fue una experiencia personal máxima. A nivel deportivo, claro que he corrido carreras más importantes que una Vuelta a Colombia o un Clásico RCN, pero siempre presumo de eso, de que mi faceta de gregario me ha permitido correr carreras que cualquier gran líder jamás correrá. Valverde, Contador o Purito no han corrido una Vuelta a Colombia, no han corrido un Clásico RCN, y yo como gregario evidentemente no he tenido su contrato económico pero me ha permitido estar presente en muchas carreras.

P: La última, ¿ha cambiado el ciclismo español desde que tú lo dejaste al de ahora?
R: Yo creo que sí, ha cambiado. Creo que ahora cada vez los equipos se están profesionalizando, no digo que antes no lo estuvieran; pero ahora viene gente muy formada, vienen casi científicos a los equipos a estudiar al máximo detalle el rozamiento del viento, la aerodinámica… los entrenamientos han cambiado muchísimo, antes hacíamos mucho volumen, ahora los entrenamientos están súper medidos con series cortas, no hay que irse a grandes tiradas de tiempo. Creo que todo está evolucionando; la aparición del potenciómetro sobre el pulsómetro ha cambiado mucho y eso también está haciendo que antes los jóvenes corredores tuviéramos un proceso de adaptación en el profesionalismo y ahora los neoprofesionales ya están ganando carreras porque vienen con un trabajo previo de muchos años antes con esos preparadores que ya trabajan con vatios en categorías inferiores y que cuando llegan, sus motores por equipararlos a un coche, están cuidados y puestos a punto para que den el máximo.

SERGIO ANDRÉS / @entrebiciybalon

 

 

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