Hace unos días llegaba la noticia: El Tour, la Vuelta y el Giro iban a contar con menos corredores. Y no es que las tres grandes del calendario hayan reducido el número de escuadras participantes, sino que ASO, RCS Sport y Flandes Classics, organizadores de las carreras más importantes del calendario ciclista, han decidido que a partir de la próxima temporada 2017, serán ocho y no nueve los ciclistas que compitan por cada equipo. Ésto en lo que atañe a las grandes vueltas de tres semanas.
Las clásicas y pruebas de un día no se quedan atrás: pasarán de ocho a siete hombres.
Así lo han decidido los organizadores argumentando que con esta medida se pretende mejorar la seguridad de los corredores en carretera, y que de esta forma primaría el espectáculo puesto que sería más difícil para un equipo controlar la carrera (como pasó sin ir más lejos en el pasado Tour con Sky) teniendo un hombre menos en sus filas.
La reducción de corredores es un asunto que lleva ya años sobre la mesa. Por supuesto que habrá más hueco en unas carreteras ya de por sí pobladas entre vallas, público, rotondas, bolardos…
Los equipos tendrán que prescindir de algunos corredores para fortalecer y compensar sus plantillas. Seguramente habrá beneficiados y perjudicados. ¿Llevar a un corredor para la montaña o en cambio a uno que ande bien contra el crono? La criba no dejará a todos igual de satisfechos. Si es por el bien del espectáculo para que no se controlen las carreras, bienvenido sea…
Ya lo vimos en la prueba de Río en los pasados Juegos Olímpicos que con sólo cinco corredores es muy difícil controlar la carrera, pero siempre surgen dudas.
Y más aún cuando la UCI se ha pronunciado al respecto y se desmarca de la decisión de ASO, RCS y Flandes Classics. El máximo organismo del ciclismo ha lanzado un comunicado admitiendo que se está estudiando la reducción de corredores por equipo pero aún no se ha acordado hacerlo oficial para la temporada 2017.
Y no sólo la UCI no está de acuerdo con la decisión de los organizadores; algunos Directores de equipo han mostrado su oposición a la medida: Patrick Lefevere (Etixx), Jonathan Vaughters (Cannondale-Drapac) o Erik Dekker (Lotto- Jumbo) han declarado su malestar argumentando que habrá ciclistas, masajistas o mecánicos que se quedarán en paro y que a finales de noviembre las plantillas están ya prácticamente cerradas, lo que trastoca la preparación de toda la temporada.
La UCI es quien tiene la decisión final, veremos en qué queda todo pues “sólo” serán afectadas las carreras que organizan ASO, RCS y Flandes Classics.
SERGIO ANDRÉS.
