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Mundial Richmond 2015 (Previa prueba en línea)

Historia

Poco queda por decir del Campeonato del Mundo de ciclismo en línea para profesionales, uno de los momentos álgidos del calendario y cuyo valor y trascendencia le pone al nivel de Los 5 Monumentos del ciclismo. Por eso quizá más que remitirnos a su Historia propiamente dicha y que tan reconocible resulta para todos, tenga más sentido apuntar algunos datos a modo de curiosidad. Por ejemplo, que Italia es el país que más veces ha organizado el Mundial, en 13 ocasiones, seguido de Suiza (11). En España se han celebrado 7 veces el Mundial, siendo el de 1965, en Lasarte, el primero; y el de 2013, en Ponferrada, el último. Cadel Evans es el último corredor, ganador de una Gran Vuelta, que se ha proclamado Campeón del Mundo (2009), aunque no en la misma temporada. Para ello habría que remontarse a 1989 en el que Greg Lemond se hizo con el maillot arco iris en el Mundial de Chambéry después de haberse impuesto en el Tour de Francia de ese mismo año. Sólo dos corredores, Eddy Merckx en 1974 y Stephen Roche en 1987, han conseguido completar la Triple Corona (Giro, Tour y Mundial en la misma temporada).  Aunque en el medallero domina Italia con 55 podios, Bélgica es el país con más títulos, 26. España, cuarta en el medallero (22 metales), es quinta por títulos (5). Hasta 1974 el Campeonato del Mundo siempre se disputó en Europa. Aquel primer campeonato fuera del Viejo Continente se celebró en Montreal (Canadá). El primer Mundial asiático fue el de 1990 en Utsunomiya (Japón). Alejandro Valverde, con 6 medallas (2 platas, 4 bronces), es el corredor que más veces ha subido al podio en la Historia, y sin embargo el título se le sigue resistiendo. Paolo Bettini (2006 y 2007) fue el último corredor en revalidar título, algo que antes sólo habían conseguido George Ronsse (1928 y 1929), Rik Van Steenbergen (1956 y 1957), Rik Van Looy (1960 y 1961) y Gianni Bugno (1991 y 1992). Por otra parte, ninguno de los campeones en activo está en disposición de igualar la marca de 3 títulos, tope histórico que ostentan Binda, Van Steenbergen, Merckx y Freire. Y sólo Boonen, Ballan, Cavendish, Gilbert, Rui Costa y Kwiatkowski podrían hacerse con un segundo triunfo, aunque en el caso del italiano y del británico tendrá que esperar pues no estarán en la salida de Richmond.

Kwiatkowski, el último campeón del mundo, tendrá complicado revalidar su título
Kwiatkowski, el último campeón del mundo, tendrá complicado revalidar su título

Recorrido

En un primer y rápido vistazo al perfil del circuito, de 16,2 kilómetros, daría la impresión de que estamos ante el típico recorrido quebrado, con un par de muros en la segunda mitad y un último kilómetro duro que debería impedir que se viese una llegada al sprint, al menos masiva. Sin embargo, al fijarnos en la altimetría, comprobamos que ésta nunca excede de los 50 metros sobre el nivel del mar, lo que hace muy complicado que nos encontremos unas rampas excesivamente duras. Y ésta es la característica principal de este recorrido: la falta de dureza, entendiendo por ésta, de subidas donde un fuerte ritmo permita eliminar gregarios y corredores menos fuertes convirtiendo la carrera en un cara a cara entre favoritos. Tampoco esos breves tramos de adoquín, poco más de 300 metros en total, suponen un gran obstáculo, estamos en Estados Unidos y el empedrado que podamos encontrar aquí no es el del Bosque de Arenberg o del Oude Kwaremont así que no conviene hacerse ilusiones con una exhibición de un Boonen o un Gilbert. El último kilómetro, si bien llega a picar hasta casi el 6%, nos deja una recta prácticamente llana de más de 600 metros por lo que, de nuevo, será difícil ver a corredores como Gilbert o Valverde, romper la hegemonía del grupo. En resumen, que estamos ante un Mundial donde deben primar las selecciones potentes sobre los corredores avispados, un Mundial donde será más fácil ver una llegada de un grupo de 40-50 corredores, que de 4-5.

El engañoso perfil del circuito de Richmond 2015
El engañoso perfil del circuito de Richmond 2015

Favoritos

Teniendo en cuenta las características del recorrido y las muy singulares de una carrera como el Mundial, habría que irse a buscar entre las selecciones más potentes, aquellas capaces de controlar una carrera tan nerviosa e impredecible como suele ser un Campeonato del Mundo, a corredores que respondan a un perfil de velocista duro. Corredores que sean capaces de resistir esas breves ascensiones a un ritmo alto para estar luego fuertes en el sprint. Así, corredores como Degenkolb, Kristoff, Van Avermaet, Bouhanni o Michael Matthews aparecen en todas las quinielas como candidatos al maillot arco iris. Quizás el alemán sea el que más requisitos reúne, a priori, para ser el vencedor final. Tiene una selección tremendamente fuerte para este recorrido y viene en un gran momento de forma, como demostró hace dos semanas imponiéndose en la última etapa de la Vuelta. Por el contrario no se ha mostrado demasiado solvente en llegadas muy masivas este año.

El noruego de Katusha fue el gran triunfador de la primera mitad de la temporada y si el Mundial hubiese sido en mayo, sería el favorito número 1. Sin embargo, desde entonces apenas ha levantando los brazos en las grandes citas y es toda una incógnita. Por si fuera poco, cohabita en una selección de seis corredores con otro velocista, Boasson-Hagen y habrá que ver como gestionan una posible llegada en grupo con los dos corredores disponibles.

Algo parecido sucede con Van Avermaet, mucho más brillante en la primera mitad del año y sin victorias desde Rodez, en la etapa 13 del pasado Tour de Francia. Sin embargo, el contar con una gran selección de su parte y la dureza relativa del último kilómetro incrementan sus opciones. Eso sí, habrá que ver, al igual que con Kristoff, como lidia con tanto gallo en el mismo corral y es que la presencia de Gilbert y Boonen puede acabar volviéndose en su contra.

Bouhanni debería tenerlo más claro en Francia. Nuestros vecinos presentan un equipo en torno al sprinter de Cofidis que parece haberse repuesto bien de la caída sufrida en los primeros días de la Vuelta, con un tercer puesto en Fourmies y victoria en GP d’Isbergues desde entonces. Suma 10 triunfos en 2015 (sólo Cavendish, Greipel y Kristoff han ganado más) y si se presenta en los últimos 700 metros bien colocado quizá sea el favorito número 1.

En cuanto a Matthews son todo incógnitas. A priori el tipo de llegada le favorece más que, por ejemplo, a Bouhanni. Tiene una selección extraordinaria a su servicio, con grandes rodadores y buenos lanzadores y este año ha conseguido ya 5 triunfos, todos ellos de prestigio (Niza, País Vasco, Giro, Suiza…) pero todos antes del verano. Desde entonces sólo ha aparecido en el GP Québec para hacer 2º tras Urán y por delante de Kristoff. Si a esto unimos el secular carácter imprevisible de los aussie quizás estemos ante el favorito más imprevisible de todos.

Degenkolb, vencedor en la última etapa de Madrid, es uno de los grandes favoritos.
Degenkolb, vencedor en la última etapa de Madrid, es uno de los grandes favoritos.

A todos estos nombres habría que sumar una buena nómina de secundarios. Lobato parece mejor opción que Valverde en España. El gaditano ya ha derrotado este año a alguno de los grandes favoritos y suma 3 victorias en 2015. Pero el comportamiento como equipo de nuestra selección es una auténtica lotería así que no conviene hacerse muchas ilusiones. Italia lo tiene más claro con Viviani, muy brillante en este mes de septiembre, con 3 victorias en el Tour of Britain. Nizzolo, caso de fallar el corredor del Sky, sería una buena alternativa aunque quizás un Mundial le venga grande. Y aunque el recorrido no le favorece en nada, no hay que descartar nunca a Vincenzo Nibali y más después de comprobar con que rabia ha regresado tras su expulsión de la Vuelta. Algo parecido sucede con Rui Costa, al que el recorrido no parece favorecerle pero que ha dado muestras en numerosas ocasiones de ser un corredor muy listo.

Greipel como alternativa a Degenkolb o Peter Sagan sin equipo apenas pero rebosando clase, completan la nómina de aspirantes. Cualquier victoria que no sea de uno de todos estos candidatos, podemos decir que sería un sorpresón mayúsculo.

NUESTRA APUESTA: John Degenkolb

OUTSIDER: Edvald Boasson-Hagen

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