Cada ciclista, más aún si pertenecen a épocas diferentes, conserva su propia identidad. Pese a todas las diferencias existentes, también hay algunos paralelismos de por medio. Quintana parece más sólido y llevar una carrera más calculada; Marco irrumpió de repente y para quedarse. El italiano es un mito y el colombiano una leyenda por escribir.
Todo lo que rodea la historia de Pantani parece incomparable. Un escalador de su tamaño es lo que se ve cada muchos años. Bahamontes, Fuente, Coppi… todos intocables e incomparables. El mismo sacrilegio se podía estar cometiendo con el de Rimini, alguien con una capacidad de ascensión nunca antes visto en color.
Tras una época de vacío en el que lo más parecido en cuanto a capacidad ha sido el hedonista Andy Schleck, ha aparecido un debutante en las grandes citas que tiene descaro, ataque, capacidad de sorpresa y valentía para buscar el primer puesto.
De hecho, ambos han irrumpido como segundos clasificados de su gran ronda correspondiente. Pantani superó a Indurain en el Giro de 1994, el que le encumbró, y Nairo ha batido a Contador, el mejor en grandes del momento. Sí, con sus diferencias, pero no en todas sale ganando el transalpino campeón de Giro y Tour en la misma temporada.
Para comenzar, el colombiano es más completo de inicio, pese a ser muy joven. Al líder del Carrera le llevó un tiempo adaptarse a las contrarrelojes, su gran cruz hasta que se rebeló contra ellas. Era tan superior en la montaña que tampoco le preocupaba.
Si Nairo hubiese comenzado el Tour sin un líder más débil en subida del que cuidar, quién sabe si el podio hubiese sido sólo un logro menor. En la última semana anduvo mucho más fuerte que el primer clasificado, el británico Froome. Si es necesario incendiar desde lejos, ha demostrado ser capaz de hacerlo, de tener motor para ello.
Incluso el mayor mérito de Pantani es levantar al aficionado del sillón sea cual sea su nacionalidad. Una forma espectacular de atacar y dar espectáculo. Pero en cuanto a victorias, su registro quedó en sólo dos grandes conquistadas, una arrebatada cuando la tenía sentencida, y mucha mala suerte.
Quintana tiene la oportunidad de dejar un legado mayor aún sin ofrecer esa irregularidad. El colombiano debe brillar ahora en el Giro y en la Vuelta, terreno este último en el que el ‘Pirata’ no ofreció nunca un buen rendimiento. En la corsa rosa tendrá muchos escenarios en los que el italiano sí se lució para hacer la comparación. A Nairo le falta un buen apodo de abordaje. Démosle tiempo para que se lo gane.
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Yo tengo un mote para Nairo.
Nairo “el loco” Quintana.
Tranqui,tranquis,menos lobos.Hay que esperar haber lo que da de si Nairo.Aun es pronto para compararlo al Pirata.Yo recuerdo una Vuelta en la que el Chaba ganó dos o tres etapas…claro que él iba de segundo,el lider era Olano y asi es mas facil. Tiempo al tiempo,al final de la proxima temporada podremos saber lo que da de si la gran promesa que es Nairo Quintana.
Victorias “arrebatadas”, “mala suerte”… No sé, digo yo que a la hora de hablar de Pantani convendría, al menos, citar sus ‘problemillas’ con el dopaje.
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