Nicolas Roche & Saxo

Nicolas Roche ya realizó una muy buena Vuelta en 2010, cuando terminó en sexta posición. Allí confirmaba que había corredor para grandes vueltas, pero tres años después ha demostrado que hay candidato al podio en las grandes. Su regularidad está fuera de toda duda: 13º, 6º, 16º, 12º y 5º en la Vuelta; 22º, 15º, 26º, 12º y 40º en el Tour.

Esta última posición, la peor en seis temporadas en las grandes, se ha debido a su extenuante trabajo por el español Alberto Contador. Roche no es de dejarse ir pese a haber terminado el trabajo, pero la norma en los equipos del pinteño es que sus gregarios, con el trabajo ya cumplido, guarden todas sus energías al máximo.

Sin la presión (y la limitación) de su líder, el irlandés pude ser él mismo en la Vuelta, su carrera favorita. Una victoria de etapa y muchas buenas actuaciones que le ha hecho ganarse el respeto del aficionado como aspirante al podio en siguientes ocasiones. Lo ha peleado incluso con jugadas estratégicas desde lejos, pero le fue imposible: el peso del Tour es alto. Antes de llegar a Galicia el equipo sufrió múltiples presiones por parte de uno de los socios fundamentales, el ruso Oleg Tinkov, que quiso que su gran líder estuviese en la línea de salida. Sin éxito, fue una bendición para un Saxo Bank-Tinkoff liberado.

El irlandés estaba en una forma gloriosa, Majka podía mostrarse, Kreuziger tenía opción de hacer su carrera sin presión ni preocupación, etc. El lobby español estaba fuera de carrera y los de Riijs fueron uno de los equipos que más sólidos se mostraron a lo largo de las tres semanas que duró la Vuelta. La ausencia del gran astro les motivó. Nicolas Roche fue firmado por los azules en invierno para completar un nueve de auténtico lujo durante el mes de julio.

Sin embargo, el que no estuvo a la altura fue el líder, un Contador que lastró la opción de podio de su compañero Kreuziger, en una forma especial. Sin él en liza tal vez Roche se hubiese podido centrar más en su regularidad y haber logrado un top-10 que por fuerzas podría haber logrado. Por otro lado, su baza era la Vuelta, donde el ganador en 2012 no tenía pensado comparecer. Es su gran ronda preferida, incluso por encima del Tour y lo iba a demostrar con recital de ataques, más peligrosos por las ganas que por las fuerzas, también es cierto, y pundonor que iba a conectar con la simpatía del público. Ya no es aquel oscuro irlandés hizo del mito Roche, sino un candidato al podio valiente, voluntarioso y digno. De hecho, para 2014 espera presentar su candidatura a ser líder único y se plantea si reservarse en el Tour para asaltar el cajón del Giro, la Vuelta o de las dos.

Las clásicas de las Árdenas también le atraen, al igual que el Mundial, que se celebrará en España. Es un hecho que le empuja más a pensar en guardar para septiembre. Le haría especial ilusión lucir el maillot arcoiris y lo va a intentar, apoyado en su primo Daniel Martin, que no contó con fortuna en Florencia, al igual que en la recta final de la temporada.
Por otra parte, Roman Kreuziger se ha dado cuenta de que el Tour es de su medida y volverá a intentar repetir el papel de lugarteniente de lujo del gran líder, pero con la esperanza de que falle y poder asumir esa función. Ya está en una edad en la que rebelarse contra el poder establecido y exigir galones. Los merece, se los ha ganado y más ante un desacreditado Contador.

En caso de que la táctica fuese de sumisión total, tal vez vuelva a querer liderar al Saxo en el Giro, una carrera que le ha sido esquiva hasta el momento. Rafal Majka se confirma como el gran valor del ciclismo polaco y del Saxo. Es por ello por lo que descubrirá el Tour, con el único objetivo de la experiencia. Es aún muy joven para exigirle, pero la calidad brota por sí sola. Quién sabe si ese salto de calidad le aúpe ya al liderato en caso de que sus superiores no rindan. El caso de Nairo Quintana está reciente.

El resto del conjunto estará supeditado a estos cuatro ases, el centro del equipo. Tanto los españoles como Zaugg, otro corredor muy brillante en montaña, Tosatto, un seguro de vida, Paulinho, un ciclista polivalente, o el rápido Breschel, girarán en torno a las opciones que tengan en los días más importantes. Esperando, eso sí a qué sucede con su licencia y con el supuesto abandono del magnate ruso y del apellido Tinkoff del equipo. Las altas nóminas asumidas exigían a Riijs encontrar un nuevo patrocinador, cosa no muy fácil en los tiempos que corren y más tras el bajón de rendimiento de Contador.

Por fortuna, el proyecto puede seguir sin el apoyo de una nueva marca. Es un hecho que dará tranquilidad durante el invierno. El coqueteo de Contador con la posible nueva formación de Fernando Alonso poco ayuda a una marca a apostar por un proyecto que duraría sólo una temporada, lo justo para que el líder abandone el barco para cumplir su
sueño de correr en un equipo español y al lado del asturiano. Aunque visto lo visto, el equipo Saxo ganaría.

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