El cántabro deja de ser cola de león en Movistar para convertirse en cabeza de ratón. Se podría pensar que es un paso atrás en el curriculum de Madrazo, pero ¿es realmente así? Su espíritu atacante bien podría cobrar un revulsivo con el fichaje por un equipo más en su línea de actuación, más batallar que buscar siempre el resultado.
En el equipo azul había estancado su progresión, eclipsado por tantos talentos que acaparaban liderazgos y titulares. Injusto para un corredor que se tenía que conformar con trabajar para otros o con mostrarse en lugares algo más modestos de los que nos hicieron saber de él.
Como amateur fue muy bueno, llamando la atención del Caisse d’Epargne, que esperó a firmarle una vez Matxin le dio la alternativa en su equipo Scott-American Beef. El ‘gorrión de Cazoña’ se aferró a su puesto en Movistar, pero al tiempo que los telefónicos han querido optar por otro tipo de corredores más solventes, él ha preferido cambiar el paso y volver a ser el ciclista que le gusta.
El ejemplo de Amets Txurruka está reciente. Procedía de una estructura mucho más potente, pero el tiempo le ha demostrado que fue lo mejor que podía haberle pasado. En un equipo en auge y con la ilusión por las nubes, ha vuelto a ser él, el corredor que tanto atacaba y tan poco pasaba desapercibido en carrera. El mismo caso se puede estar dando con Ángel Madrazo, que llega a Caja Rural en el mejor momento.
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