El eslovaco no tiene techo en su ambición. A las grandes citas del calendario como el Tour y el Mundial, añade la París-Roubaix, la reina del pavé. Será su primera edición, por lo que la tradición que indica que hasta superar los 30 y haber probado durante muchas Roubaix lo dura que es esta carrera.
No dejará de lado el Tour de Flandes, donde al ganar dureza en la parte final le puede beneficiar. En Roubaix no hay más secreto que sobrevivir en las primeras partes y aguantar bien las ruedas buenas, ya sean las de Cancellara o Boonen.
Sólo los más grandes han besado en santo nada más debutar, por lo que Peter tendrá que tener paciencia y no perder la perspectiva. Un buen puesto ya sería un gran logro, aunque conocida la ambición del líder del Cannondale, todo lo que no sea una victoria le sabrá a poco, al igual que el segundo puesto en Flandes le ha llenado de rabia para buscar el modo de batir a todos sus rivales, que intentarán hacer la carrera en su contra para no llegar al sprint con él.
Boonen sí lo ha logrado alguna vez en el Velódromo, pero está claro que el belga es muchísimo más que un mero sprinter. La capacidad de rodar la tiene Sagan, que es capaz de ganar cronos cortas y reviradas. Sólo le falta dibujar una buena táctica y buscar que la suerte le acompañe, sobre todo en forma de pinchazo o caída.
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