Poca poesía en el centenario del Giro

La 100 edición del Giro ha sido presentada en Milán, con mucha expectación ante el recorrido debido a la efeméride tan importante.

Sin embargo la prosa domina en el recorrido que mezcla grandes puertos con una bajada general de la dureza y un aumento de la contrarreloj.

Desde el inicio en Corcega la carera mostrará una serie de constantes: etapas para sprinters,  media montaña, y bastantes finales en alto. Ya en Sicilia se afrontará el primero: el Etna en una etapa muy exigente, incluyendo otro puerto de categoría especial (Fémina Morta, 32 kms al 4,8%) en el camino.

El tránsito a la península incluye otra etapa llana y otra de media montaña antes de un final en alto inédito por esa vertiente y sobrado de dureza. Blockhaus hasta Passo Lanciano, con 10 kms finales al 9%.

En definitiva 10 primeros días claramente para los escaladores, con alguna opción para sprinter y varias para las fugas.

Poca variación se verá hasta la etapa 15 donde la novedad principal será la crono individual de Montefalco, con casi 40 kms bastante con varios repechos muy tendidos, favorable a los croners para recuperar tiempo contra los escaladores.

A partir de aquí se abrirá la carrera con media montaña en Bagno di Romagna, una etapa propicia para las fugas y los contraataques antes de un par de sprints en Reggio Emilia y Tortona.

El final de la segunda semana llega con uno de los pocos ataques de poesía del Giro, con una salida en Castellania, ciudad de nacimiento de Coppi, y final en Oropa, lugar de una de las exhibiciones de Pantani. Sin embargo la etapa, corta y sin puertos previos, parece que solo deparará espectáculo en el puerto del final.

Para el domingo queda una etapa de media montaña con final en Bergamo.

Pocas diferencias se marcarán en la segunda semana, salvo aquellas que salgan de la contrarreloj y de la subida a “balón parado” de Oropa. Quedará todo para la semana final.

Especialmente interesante será la etapa de Bormio, con tres puertos de categoría especial por el camino :  Mortirolo por su vertiente sur, más suave que la habitual; Stelvio por Bormio y el estreno de Umbrail Pass, con 13 kms finales al 8,6% y coronándose a 2500 metros de altitud, una etapa que se antoja épica.

La semana seguirá con una etapa de media montaña, con final en llano en Canazei y una de montaña con grandes nombres ( Pordoi, Gardena…) pero sin gran dureza con final en Ortisei, antesala de otra etapa con final en alto en Piancavallo, de nuevo sin puertos previos.

La general puede quedar decidida, pero aún restará Una etapa con final en Asiago pasando Monte Grappa y Fopa, dos puertos largos y no muy exigentes.

Una última semana de nuevo muy dedicada a los escaladores, donde solo la etapa final  en Milán, una crono de 20 kms, dará una oportunidad a los menos escaladores para recuperar tiempo.

Por lo tanto un recorrido propicio para escaladores y con muchas etapas donde puede verse un gran espectáculo, pero con pocas concesiones a la historia y a la poesía. Solo la presencia de la altísima montaña en Bormio dará el toque épico y distinto pues la mayoría de las diferencias en montaña de podrán dar en los kilómetros finales de las cimas de Etna, Blockhaus y Piancavallo, puertos suficientes para darle la vuelta a la carrera contra los rodadores. No obstante la disposición de la carrera, con una última semana sin apenas descanso puede dar pie a que los equipos intenten dar la vuelta a la clasificación en cualquier punto. En ese sentido, una carrera que puede ser muy sorprendente.

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