Si el australiano tiene algo claro es que en 2015 no seguirá en la estructura del Team Sky. La indiscutible apuesta por Froome y el liderazgo de Wiggins le cierran la puerta de poder probarse como jefe de filas en las grandes vueltas. En 2014 será el hombre más destacado del equipo en el Giro, pero Richie lo ve más como un consuelo que como un reconocimiento por parte del equipo.
Porte quiere testar sus capacidades en el Tour y todo lo que no le permita hacerlo no será visto con buenos ojos por su parte. Equipos como Omega-Pharma u Orica, australiano como él, pueden ser buenas salidas para un corredor muy ambicioso y con hambre de ciclismo. Necesita la clase de equipo dedicado a otro tipo de disciplinas y que no tenga cubierta la posición de gran nombre para las grandes vueltas.
En otras palabras, lo que Richie ansía es tener un nueve a su disposición en la gran ronda francesa, en la que intentará emular a su paisano Cadel Evans, pese a que sus perspectivas son bastante menores. En 2013, de no haber mediado la funesta segunda etapa pirenaica, seguramente hubiese sido carne de podio, pero el hecho es que no lo logró y sigue sin haber podido completar una actuación perfecta, al 100% de sus posibilidades.
Fácil es que algún compañero suyo le acompañe en su nueva aventura, aunque hasta final de año no se sabrá si continúa en la decisión de dejar el equipo que le ha dado todo tras llegar de CSC en 2012. Tras un año de éxitos, ¿podrá mejorarlos y exigir así un buen contrato en otro gran equipo?
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