El italiano se ha crecido con AG2R. Tras una tímida arrancada en la primera mitad, se fue reencontrando en la segunda. El mal resultado del Giro fue paliado por una muy buena y consistente Vuelta. En estos casos ya se sabe: el recuerdo más reciente es el que prevalece. Así que en 2014 volverá a contar con toda la confianza de sus directores en un calendario que no será muy diferente.
Tal vez debiera destacar más, visto que el ciclismo moderno está repleto de rampas muy duras, parece que un antídoto contra los pelotones agrupados. Parece que se trata de un diésel, con una arrancada poco explosiva, aunque segura. Un grimpeur de grandes rampas, de paredes, como dejó claro en el imposible Punta Veleno.
Si las circunstancias le respetan es regular, por lo que seguirá siendo, a buen criterio, un líder de grandes vueltas. Le firmaron para el Giro y nada hará que no sea su objetivo número uno del año. La baja de Peraud, eso sí, pide un jefe de filas para el Tour. Viendo cómo sube y viendo que en la crono es capaz de sacar buen provecho, no sería de extrañar que finalmente le varíen el programa. Y más con atípico trazado de la ronda gala del próximo año.
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