Muchos escaladores de moda han acaparado titulares, artículos o temas y temas en foros. Pero las modas son eso, modas, y en sólo una temporada se ha deshecho el encanto, la ligereza y el resultado, pasando poco a poco primero al diván de las dudas y más tarde al más absoluto olvido.
Nairo es el primero en mucho tiempo que da la sensación de durar en el candelero. Su estilo ligero es, además, constante, acompañado de una brillante forma de trabajar que aún contradiciendo las normas exitosas que han prevalecido durante años en un equipo de tanta tradición como el suyo.
Es el escalador con capacidad para romper pelotones, destrozarlos y aún así ganar. Un pájaro capaz de imponerse a las máquinas más potentes del mundo. Sus alas, firmes y duras, no parecen del papel que parecían las demás.
Por tanto, Quintana no da sensación de ser moda, sino un ocupa de larga duración. En los parámetros actuales Giro, Tour y Vuelta se le adaptan como un guante. No hay mejor garantía que esa. Si mantiene el hambre, la personalidad y la constancia, el nuevo dominador del ciclismo ya tiene nombre.
Más noticias:
Luis León Sánchez a Caja Rural
Ciclismo español, la generación de las vacas flacas
Castroviejo, el vueltómano recortado
Tiralongo, el enemigo de Contador
Amets Txurruka, un paso adelante
Nibali, magia y orgullo hechos ciclista
Joaquín Rodríguez y el cambio de tendencia
¿Es Oleg Tinkov bueno para el ciclismo?
Alejandro Valverde corre más y gana menos
Los ataques lejanos de Contador
Italia sueña con el duelo Valverde – Purito
Rubén Plaza, lo que podría haber sido y no fue
La única puerta abierta para Samuel Sánchez y Seeldrayers