Recorridos ciclistas: a la Itzulia le sobran kilómetros contra el crono

Estos días se esta celebrando la quincuagésima cuarta edición de la Vuelta al País Vasco, que junto a la Vuelta a España, la Volta a Catalunya y la Clásica de San Sebastian conforma el póker de pruebas españolas de mayor categoría. Reconocida internacionalmente por su animosa y entendida afición la prueba cuenta con un carácter propio en sus recorridos basados en la compleja orografía vasca, con puertos cortos pero muy duros, ideales para corredores de potencia y clasicomanos en plena preparación de las pruebas que se correrán en las Ardenas a final de mes (Amstel Gold Race, Flecha Valona y, sobre todo, Lieja-Bastogne-Lieja).

Sin embargo, un cambio en la normativa UCI, que prohibió las etapas por sectores en las vueltas World Tour ha modificado sustancialmente la carrera. Anteriormente el ultimo día de competición se dividía en dos sectores: una etapa en línea corta y muy intensa que solía incluir algún tipo de emboscada en forma de corto pero duro puerto cerca de meta; y por la tarde, una contrarreloj, también de escasa longitud, pero que exprimía las posibilidades de la localidad que la albergaba, utilizando todo tipo de caminos vecinales que conformaban un interesantísimo final de carrera.

La supresión de esta doble jornada ha supuesto que el último día únicamente se dispute la crono, por lo que se ha tendido a aumentar su longitud, pasando a tener un peso mucho mayor en el desenlace de la carrera. Esta etapa, que antes servía para seleccionar al vencedor final entre el grupo de candidatos que llegaban separados por pocos segundos a esa ultima jornada, ahora puede significar un vuelco total en la clasificación, llevando a un corredor que no haya tenido apenas presencia en el resto de jornadas, pero que no se ha dejado ir mucho, hasta las primeras posiciones, incluso a la victoria en la general, en demerito de otros corredores que si se hayan mostrado más combativos.

Y no es cuestión de modificar el orden de las etapas, pues más allá del aspecto deportivo que podría hacer pensar que pudiera producirse cierto conservadurismo de los corredores que les lleve a moderarse en sus ataques para no perder energías de cara a esta jornada final , la relevancia que alcanza la localidad donde termina la carrera es enorme, se puede considerar que se convierte en la capital de ciclismo vasco durante esos días, apareciendo además dos jornadas en todas las informaciones que hablen de la prueba.

Es por ello que consideramos conveniente reducir en general la distancia de esta etapa, por debajo de los 20 kilómetros y devolverla a entornos más rurales, con tramos de muy diversas características, donde los corredores menos especialistas en la contrarreloj, y que han protagonizado la carrera, puedan defenderse. Tampoco es cuestión de regresar a recorridos por debajo de los 10 kilómetros, pues si no se pueden seguir celebrando dos etapas en el mismo día, invertir toda la jornada en una prueba tan corta podría ser contraproducente al devaluar su importancia.

Por lo tanto, estimamos que una distancia más idónea estaría alrededor de los 15 kilómetros, de tal forma que se abra el abanico de favoritos y la carrera se haga más atractiva. Este cambio, junto a un aprovechamiento más atrevido e innovador de las múltiples opciones que presenta la geografía del país vasco, mediante el aprovechamiento de las numerosas subidas que permanecen inéditas para el ciclismo profesional haría la carrera mucho más interesante, sobre todo de cara al espectador.

Un ejemplo de lo que comentamos se podría haber realizado este año, pues aparte del estreno del muro de Gaintza, se podrían haber programado jornadas más sugerentes en las llegadas a Urdazubi y Arrate, al igual que para las dos etapas finales en Markina-Xemein. Nuestra propuesta hubiera tratado de incluir el estreno del puerto de Goierri, por cualquiera de sus vertientes, en un circuito junto a Lekoitz-Gane en los kilómetros finales de la etapa del viernes, y que ese mismo circuito fuese el recorrido de la crono de la jornada final, como mostramos a continuación, aunque para este día habría más opciones como programar una cronoescalada, por ejemplo a Arrate o San Cristóbal de Iturreta.

DANIEL MATEOS

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