Con la ambición intacta y un listón de trece victorias en una misma temporada por superar, Chris Froome inicia unos meses en los que se comparará su rendimiento con el de 2013, un año mágico en su trayectoria. Con Wiggins fuera de combate en las citas clave, Sky ha girado alrededor de él, algo que este año está todavía por ver. Bradley ha vuelto a recuperar el ánimo y querrá su cuota de protagonismo.
El programa a seguir será muy similar en este nuevo curso, con el matiz de que no lo afrontará con esa competitividad y esa necesidad de meter miedo a los rivales de cara al mes de julio. Toda ronda por etapas en la que se colocó el dorsal acabó cayendo de su lado. Algo nunca antes visto.
Ante tal tesitura llega el momento de preguntarse si es si quiera posible superar el listón. Sky tiene un equipo muy equilibrado y con muchos hombres que pueden asumir la jefatura en las vueltas pequeñas, por lo que no sería conveniente centrar todos los esfuerzos de su plantilla en Froome.
En julio espera una carrera mucho más exigente que la de 2013 por las características del terreno, pero también por el cambio de tipología en los rivales. Contador está con muchas ganas y Nibali se sumará a la batalla. Con muchos obstáculos tácticos por superar, el británico debe encontrar el mismo golpe de pedal que le hizo insuperable. En caso contrario, sufrirá para ganar, nada comparable con el plácido triunfo de 2013 en París. Su máximo rival entonces, Nairo Quintana, a distancia, no disputará el Tour.
Redacción DLC
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