En primer lugar queremos aclarar que, en esta ocasión, las etapas originales tienen muy buen trazado, pero siempre se les puede dar una vuelta de tuerca, exprimir más las posibilidades de la zona. Quizás sean exageraciones, pero siempre es bueno mostrar más opciones, explorar mejoras o distintas alternativas.
En esta entrada trataremos las etapas que se disputan al final de la primera semana, y ya tenemos en mente las propuestas para Pirineos y Alpes.
En primer lugar, para la etapa con final en la Station de Rousses proponemos un incremento de la dureza en la parte final con la inclusión del Col de Faucille, previo paso por Suiza.
Y para la jornada reina de esta edición, varios cambios: primero, aumentar la dureza al inicio encadenando Bellroche, Bérentin y Richemond; luego descendiendo el Grand Colombier por la vertiente de Culoz y sus Lacets, para a continuación incluir la ascensión intermedia de Ontex, y finalizar con el cambio más destacado, el cambio de vertiente del Mont du Chat, encadenado con el Col de l’Épine, para buscar una pelea entre los favoritos más interesante.
