La carrera portuguesa confirma a sus dos grandes estrellas, el local y campeón del mundo, Rui Costa, además debutando con el maillot del Lampre, y el español Alberto Contador. Ambos encabezarán el cartel de una de las más agradables formas de perfilar su forma para cada vez más grandes corredores.
Con un recorrido variado, sin ser excesivamente duro, tiene su mayor atractivo en el clima, normalmente muy propicio para los entrenamientos y la competición. Recientemente se está viendo cómo los a la postre favoritos en el Tour de Francia prefieren dar parte de sus primeras pedaladas del año en las carreteras portuguesas.
De hecho, muchos de los ganadores de esta prueba han tenido años muy exitosos. Desde Stijn Devolver, que se llevó aquel mismo año el Tour de Flandes por primera vez, al propio Contador, que hizo coincidir sus dos triunfos en Portimao con sus dos últimas victorias en París en el Tour.
Un final en alto, una contrarreloj, buen tiempo… el mejor modo de probarse de cara al mes de julio con todavía cinco meses por delante. Una vuelta que ha crecido hasta el punto que desde 1998 sólo tres ediciones han tenido color portugués. Hasta entonces 23 años tuvieron ganador local, a excepción de dos victorias brasileñas a cargo de Cassio Freitas.
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