Pese a la mala experiencia sufrida el año pasado, el ovetense se vuelve a enfrentar a una carrera en la que sólo ha participado en dos ocasiones. Con el equipo del Tour ya conformado y con aspiraciones en todos los frentes, BMC ha pensado en él para acompañar a Cadel Evans. Ambos veteranos, bien pueden complementarse por un frente común. De rivales durante tanto tiempo a compañeros y gregario el uno del otro.
Vista la buena forma con la que ha iniciado la temporada el australiano, la teoría marca que el español, salvo desgracia, se someterá a los intereses del ganador del Tour de Francia 2011. Cadel tiene mucho peso en BMC y fue tercero en el pasado Giro: se ha ganado los galones.
No tiene un menú fácil, puesto que tiene por delante diez llegadas en alto. Un trazado que no le conviene, sin ninguna etapa de su corte, con final en descenso o complicado, pero no de alta montaña. En ese panorama sólo el fondo y su experiencia le pueden ayudar, pero la explosividad de algunos contendientes como Quintana o Ulissi le pasarán factura. De ahí llegará la Vuelta, en la que presumiblemente será el líder único, si no se suma algún otro ilustre.
Ph: Euskaltel Euskadi
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