Empieza la semana con una etapa dedicada al viento, pues une dos islas cercanas a la costa y prácticamente todo el recorrido en paralelo o cercano a la misma, incluyendo el paso por el puente de acceso a la isla de Ré en los últimos kilómetros. Una etapa en la que se ven mejor sus características en el plano antes que en el perfil.
Otra etapa llana a continuación, puede que haya viento también, pero no esta tan diseñada a propósito como la anterior.
Larga e interesante etapa, con un final que puede ser atractivo con los puertos de Croix du Pey y, sobre todo Suc au May, que junto a un terreno posterior rompepiernas puede deparar ataques tanto por la etapa como por la general.
Prosigue el Tour con una etapa de media montaña, con hasta siete puertos puntuables, y alguno más olvidado para la clasificación de mejor escalador, pero donde no sería raro que los movimientos principales quedasen para los kilómetros más exigentes de Neronne y Puy de Mary.
Etapa diseñada para fugas, con subidas exigentes a mitad de camino, destacando el Col du Beal y un final complicado con dos ascensiones cortas ya en las calles de Lyon que pueden desaconsejar a los equipos de los sprinters a toman el control de la carrera.
Para culminar la semana, oda al Grand Colombier con ascensiones por dos de sus vertientes (la primera incompleta) y la compañía de su vecino Biche para completar una gran etapa de montaña, con muchos tramos de rampas de gran pendiente. Sin duda etapa clave antes de la ultima semana.
