Sierra de Ávila, forja de campeones

Fotografía: Pedro Gº Labrada.

Texto: Daniel Mateos.

1983 es un año muy importante para el ciclismo español, concentrándose gran parte de las buenas noticias en los puertos de la Sierra de Gredos. No solo vio el resurgir de la Vuelta a España con el estreno de Serranillos y la gran cabalgada de Hinault, todo ello por primera vez con televisión en directo, sino que también vio la vuelta de los éxitos españoles en el Tour de la mano de un jovencísimo Perico Delgado y de Ángel Arroyo, natural de El Barraco, que inspiro la creación de la escuela ciclista de dicha localidad, que tantos campeones ha producido. Como homenaje a este último y al tristemente fallecido José María Jiménez, de cuyo deceso se acaban de cumplir 10 años el pasado 6 de diciembre, proponemos una etapa para profesionales por algunos de los puertos que los vieron crecer como ciclistas.

ETAPA-PER

Los primeros 40 kilómetros discurren por la planicie de las vegas del rio Tiétar y la ribera del embalse de Rosarito hasta la localidad de Candeleda, donde se empieza a subir el Portezuelo de Mari Lucas, una de las múltiples ascensiones de la zona de Arenas de San Pedro, que junto a la subida a Fuente Jiménez colocan a los ciclistas con cierto desgaste previo a los pies de los dos puertos estrella de la jornada: Pedro Bernardo, y sobre todo, Mijares. Tras el largo descenso de este último, con el grupo principal teóricamente reducido, la carrera se decidiría en la subida a San Juan de la Nava, a escasos kilómetros del final de etapa en la localidad natal de ambos ciclistas, El Barraco,  junto al Polideportivo “Víctor Sastre”, en la calle del “Chava”.

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