Pocas novedades en las piedras flamencas. Pero haylas, como las meigas. Desde la polémica salida del icono de la prueba, el paso por el muro de Grammont o Kapelmuur, la reina de las pruebas belgas sobre adoquines ha propuesto un nuevo concepto, con quizás mayor dureza acumulada pero menor espectacularidad.
Sin embargo, parece que no acaban de dar con la tecla, puesto que no dejan de añadir retoques a la idea de terminar con el durísimo encadenado de Oude Kwaremont-Paterberg.
En esta ocasión, se aumentan los muros a ascender, si bien no los kilómetros de pavé ni el tramo final. Los muros que se añaden son los de Tiegemberg, en el km 82, que animará el inicio de la prueba (0,8 kms al 5,9%) y el viejo conocido Berendries, en el kilómetro 171. Su 1,3 kms al 7,8% y sus rampas hasta el 12% servirán para aumentar el desgaste antes de afrontar el bucle final al circuito que incluye Oude Kwaremont-Paterberg-Koppenberg, aunténtica triada donde se puede romper la carrera, pues los tres cuentan con rampas en el entorno del 20% y en ellos se han escrito grandes momentos de esta carrera. Todavía restarán 44 kms a meta con varias cotas más, sobre todo el paso final por la dupla Kwaremont-Paterberg donde, si no se ha hecho antes, se seleccionará la carrera definitivamente.
Guarden asiento para ver uno de los momentos álgidos de la primavera ciclista el 5 de abril. Espectáculo asegurado, como se puede ver en este video del paso por el Koppenberg en 2010
