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Un ciclón llamado Contador

En los últimos quince años no ha existido un corredor más mediático en el ciclismo. Sí, el fenómeno Armstrong arrasó durante siete años, otros como Pantani creaban religión, aunque durante un tiempo breve, después condicionado por sucesos varios en torno a su figura.

El americano era a veces más noticia por cuestiones extradeportivas o polémicas. Contador con el tiempo ha ido generando esos otros debates, pero en una época de vacas flacas para el ciclismo, él ha sido uno de los grandes culpables con su carisma de que el telón no haya caído.

Desde su irrupción en el Tour del año 2007, aunque ya se había hecho de forma brillante con la París-Niza de aquella misma temporada, se convirtió en la bandera de un ciclismo distinto al que en aquellas fechas se observaba: la especulación, el conservadurismo, la lucha por el segundo puesto, acostumbrados a la época de tiranía de Armstrong, sobre todo en la carrera francesa. Fue un soplo de aire fresco, de novedad. Un escalador que además no desentonaba en contrarreloj y que atacaba por puro gusto, por honor al ataque. Cada declaración mostraba una ambición propia de un gran campeón.

Con el tiempo aquel risueño ciclista fue dejando paso a otro más práctico, con más aristas, no todas positivas ni del gusto del aficionado. El desgaste producido por el tiempo es inevitable, se suele caer en la En la actualidad la raza la sigue conservando, con ramalazos de épica en los momentos en los que no tiene otra opción que recurrir a ellos. No los lleva a cabo, es cierto, cuando no tiene necesidad, pero también no es menos cierto que muy pocos ciclistas lo realizan aún teniendo las carreras perdidas.

Sin él, todo se vuelve muy previsible. La irrupción de algún corredor joven como Quintana da esperanzas de ver un bonito duelo entre ambos por ser el más ofensivo de los favoritos, si bien para ello debe contar Alberto con las piernas que antaño le permitían esas exhibiciones.

La presencia del astro español da vida a una carrera por sí sola, interés. El poder mediático es justo lo que está disminuyendo en un deporte que echa en falta esos duelos de los que se hablaba en la calle. Justo lo que Contador logró ante Purito en la Vuelta 2012, que el ciclismo volviese a estar en el boca a boca, igual que cuando Indurain nos tuvo cinco meses de julio sin siesta y disfrutando de sus hazañas.

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One Response
  1. Después de su sanción, no creo que Contador vuelva a ganar una de las grandes.

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