VUELTA A PORTUGAL: La cuarta grande

Celebrada la 77ª edición, revisamos la historia de la Grandissima, una prueba que asume la dimensión de la cuarta grande. El ciclismo luso se remonta a finales del siglo XIX, con Jose Bento Pessoa como uno de los pioneros de este deporte a nivel nacional, demostrando su nivel en Portugal y en el extranjero, batiendo un récord de velocidad en el velódromo de Chamartín (Madrid). La evolución del ciclismo portugués siguió al resto del continente. Duran- te los años 20 se fundó la Oporto – Lisboa, prueba de un día, además de la consolidación de circuitos y pequeñas carreras por etapas en el calendario. En 1927 tres periodistas deportivos de reconocido prestigio (los hermanos Oliveira) querían la creación de una prueba a semejanza del Tour, pero también inspirada en la “Volta a Portugal a caballo” de aquellos tiempos. Así nació la Vuelta a Portugal, de 18 días y anterior al nacimiento de la Vuelta España, que tuvo su edición inaugural en el 1935. En aquella época era movido por aficionados y asociaciones deportivas. Rápidamente destacaron los tres grandes clubes polideportivos: Sporting de Lisboa, Benfica y el Oporto, que no estuvo presente en la edición de 1927, ganada por Augusto Carvalho. A pesar del entusiasmo y éxito alcanzado, la Volta no regresó hasta 1931. Ese año se forjó la rivalidad entre Alfredo Trindade y José María Nicolau. Esta lucha sería el plato fuerte del ciclismo nacional durante la primera mitad de la década.

Pronto la carrera llegó a Vigo, en suelo español, muestra de que la interacción entre Galicia y Portugal no es una cuestión moderna. Sin embargo, los problemas políticos y económicos en Portugal en unión con la Guerra Civil española y la II Guerra Mundial llevaron a varias interrupciones de la carrera entre 1935 y 1946. En la posguerra la popularidad de la Volta aumentó por la lucha entre los tres grandes clubes portugueses. A nivel internacional, comienza a observarse un leve movimiento de corredores y equipos portugueses en el país vecino, además de la llegada de corredores sobre todo españoles e italianos, a los clubes portugueses. Julián Berrendero, Delio, Emilio y Manolo Rodríguez, Attilio Lambertini, Dalmacio Langarica y Mario Fazio. En 1951, en su primera participación en la Volta, el joven Alves Barbosa domina de cabo a rabo la carrera. Sería el primer corredor portugués en adquirir renombre en el extranjero, con grandes actuaciones en el Tour. Él estableció récord de victorias en la Volta, ganando en 1951, 56 y 58. Sin embargo, pronto tendría un rival de altura en Ribeiro da Silva, que venció en 1955 y 57 y que moriría en accidente mientras entrenaba en 1958, después de haber destacado en el Tour y la Vuelta, donde la participación portuguesa fue adquiriendo cada vez mayor protagonismo.

A lo largo de los 50 y los 60, la Volta y el ciclismo portugués gana-ron en profesionalización, aunque la prueba todavía era una cuestión de portugueses, a pesar de la participación ocasional de equipos de Brasil y España. En 1964 el Flandria, sin su alineación titular, destacó con varias victorias de etapa para sus rodadores y sprinters. Después de los Barbosa, el dominio del ciclismo portugués recayó en el Oporto, pero a finales de los 60, el Benfica empezó a esbozar una reacción. En 1967 se vivió la primera victoria extranjera a cargo de Houbrechts, del mencionado Flandria. Un año después sería segundo el considerado mejor corredor portugués de todos los tiempos y uno de los mejores del mundo, Joaquim Agostinho. El de Torres Vedras perdería el primer triunfo en la Volta en 1969 por positivo. Pero entre 1970 y 72 no hubo nadie capaz de alcanzar al corredor del Sporting. El récord de Barbosa no fue batido en 1973 debido a otro control positivo por ritalín. Volvería a la carrera únicamente en 1984, año en el que fallecería debido a una caída provocada por un perro en la aproximación a la meta de Quarteira en la Volta al Algarve. Tuvo éxito a nivel europeo con varios top-ten en el Tour, victorias de etapa en Tour y Vuelta, con dos terceros puestos en la general (78 y 79), ganando en Alpe d’Huez.

La descalificación de Agostinho en 1973 dio el triunfo a Jesús Manzaneque, que se convirtió en el primer ganador español. Las dificultades políticas creadas por la Revolución del 25 de abril de 1974 impidieron la celebración de la carrera en 1975. A partir de 1976, el ciclismo portugués sólo tiene lugar en el campo aficionado, volviendo al profesionalismo en 1984, con el malogrado proyecto del Sporting de Agostinho. La Volta contuvo numerosas luchas entre los “delfines de Agostinho”, como Wenceslao Fernandes, Fernando Mendes y Firmino Bernardino. Uno de ellos, Marco Chagas, batió el récord de victorias en la general del desaparecido y mítico ciclista portugués con cuatro, pese a perder la del año 1979 por positivo. Este periodo se caracteriza por la ausencia de equipos profesionales. Algunos portugueses destacaron en el Tour del Porvenir y en la Carrera de la Paz. A partir de 1986 la Volta, aunque pertenece sólo al calendario nacional, es ya disputada por formaciones profesionales mayoritariamente portuguesas. Algunos nombres destacados de este periodo son los de Manuel Cunha, Paulo Pinto, Fernando Carvalho, Jorge Silva, Joaquim Gomes, Paulo Silva, José Santiago, el inglés Cayn Theakston y el brasileño Cassio Freitas, respectivamente tercer y cuarto extranjeros en ganar la vuelta.

A comienzo de los noventa, algunos equipos extranjeros regresan. Primero formaciones españolas y colombianas, seguidas de francesas e italianas, que contribuyen en devolver la prueba al calendario internacional. A lo largo de esta década los conjuntos extranjeros obtienen importancia, con nombres como Lelli y Jaskula. Las formaciones portuguesas tardaron en reaccionar y sólo con el regreso de Benfica se volvió a la senda del triunfo con David Plaza en 1999. La sequía nacional se rompió la siguiente temporada con Victor Gamito, después de varios segundos puestos que le valieron el apodo de “Poulidor portugués”. Pero el dominio extranjero no tardó en volver, con Jekker, Moller, Bernabéu y Tondo, todos del Maia Milaneza MSS. Interrumpidos por el joven Nuno Ribeiro en 2003. Pero esta vez quien más popularidad obtuvo fue Candido Barbosa, que batió el récord de victorias en la regularidad, aunque nunca llegaría a ganar la carrera. El registro de Marco Chagas sería batido por David Blanco, proclamándose campeón en 2006, 2008, 2009, 2010 y 2012.

Guilherme Miranda: Texto.

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