Continuamos con el repaso de las actuaciones del ciclista murciano en los Juegos Olímpicos. Si en Atenas Valverde ya era tenido en cuenta, en Pekín era uno de los principales favoritos. Y no solo él, porque la Selección Española que había formado Paco Antequera era de lejos la más potente que se presentaba en tierras chinas para buscar una medalla olímpica.
Hay que contextualizar el momento. 2008 estaba siendo hasta la fecha un gran año para el ciclismo español y el quinteto de corredores elegido era el máximo exponente de esos triunfos. España contaba con un auténtico equipazo:
Óscar Freire, tricampeón mundial, había ganado etapas en Tirreno, fue el primer español en ganar la Gante – Wevelgem y venía de ser el maillot verde en el Tour. Alberto Contador había ganado el Giro de Italia, Carlos Sastre el Tour de Francia, y Alejandro Valverde llegaba después de ganar entre otras carreras, su segunda Lieja, Dauphine, el Campeonato de España, dos etapas en el Tour y la Clásica de San Sebastián. Por último y quizás “el menos mediático”, Samuel Sánchez venía de hacer sexto en el Tour de Francia pero el asturiano del Euskaltel era todo un referente cuando la carretera se ponía cuesta arriba.
Con estos nombres, España era junto a Italia, la principal favorita. Prácticamente cinco líderes aunque el a priori jefe de filas era Valverde, al que la prueba le venía como anillo al dedo. Otros ciclistas que estaban en las quinielas eran el vigente campeón Paolo Bettini, Cadel Evans, los hermanos Schleck y Fabian Cancellara.
La carrera, que se disputaba en el primer día de competición, el 9 de agosto, constaba de 245 kilómetros alrededor del área metropolitana de Pekín. Del primer kilómetro al 78 se pasaba por el centro de la ciudad y luego había que superar un circuito de 23,8 kilómetros al que había que dar siete vueltas. Recordaba en parte a las clásicas de las Ardenas por la distancia y orografía y en esas circunstancias, Alejandro Valverde era la referencia. Y más con la parte final con una subida de 12 kilómetros con un desnivel del 11% en el último kilómetro y sobre todo, con los últimos 350 metros finales, picando hacia arriba, ideales para el bala. Un circuito muy selectivo que tenía toda la pinta de acabar en un sprint reducido y que con 244 kilómetros en las piernas se le atragantaría a más de uno. Al contrario que en Atenas la temperatura era más agradable, 25 grados, y eso a priori también beneficiaba a los hombres de Paco Antequera.
143 ciclistas comenzaron la carrera y la primera escapada llegó bien pronto. El boliviano Horacio Gallardo y el chileno Patricio Almonacid se fueron juntos en el tercer kilómetro y llegaron a tener 15 minutos de ventaja, pero obviamente esta aventura consentida nunca llegó a ser una amenaza real.
En el kilómetro 60 se formó otra escapada en la que estaba Carlos Sastre, junto a corredores de la talla de Roman Kreuziger o Simon Gerrans que cogió al dúo escapado y a mitad de carrera llegaron a tener una ventaja de 6 minutos respecto al pelotón principal.
Varios ciclistas lo intentaron después como Rigoberto Urán o Marcus Ljunquist hasta que el austriaco Christian Pfannberger lo intentó en solitario al final de la sexta vuelta y fue cogido a poco más de 20 kilómetros de meta.
Los españoles estaban haciendo una buena carrera y todo seguía el guión establecido salvo para Óscar Freire que con problemas estomacales tuvo que bajarse de la bicicleta al paso por boxes. Valverde seguía bien asistido por Contador que se vaciaba por el murciano, y por Sastre que como capitán, daba las órdenes en carrera a sus compañeros y tiraba del grupo principal para reducirlo a 50 unidades.
Un grupo que contenía a hombres como Leipheimer, Evans, Botero, Pineau, Samuel Sánchez o Valverde, seguido por Paolo Bettini. El murciano estaba demasiado marcado y vio que era imposible la opción de moverse en ese grupo por lo que España activó el plan B con Samuel Sánchez.
Se sucedieron los ataques y se formó otro grupo de cinco corredores en los que se metió el asturiano, Michael Rogers, Davide Rebellin, Andy Schleck y Alexander Kolobnev. El menor de los Schleck intentaba irse solo y consiguió a 12 de meta marcharse con Samuel Sánchez y Rebellin, diez segundos por delante de Kolobnev y Rogers, y a 26 sobre el grupo de Cadel Evans al que todavía llegaría Valverde, Bettini y Fabian Cancellara.
A cinco kilómetros de meta en una exhibición de fuerza Cancellara se marchaba de ese grupo y se unía a Kolobnev y Michael Rogers. Los tres se entendieron bien y a un kilómetro de meta dieron caza al trío formado por Schleck, Samuel y Rebellin. Seis hombres para tres medallas. Ahí estaban los candidatos.
El corredor del Euskatel se vació en los últimos metros y se imponía sobre Rebellin, segundo, y Cancellara, tercero. La medalla de oro caía del lado de la Selección Española, el único título que faltaba en el palmarés del ciclismo español, pues Induráin fue oro pero en la prueba contrarreloj en Atlanta doce años antes.
No obstante en 2009 Rebellin tuvo que devolver su medalla por positivo por lo que la plata finalmente sería para Cancellara y el bronce para Kolobnev.
Alejandro Valverde finalmente fue duodécimo a 22 segundos del tiempo marcado por Samuel Sánchez. No consiguió medalla pero el “Espanish System Power” como bautizó Carlos Sastre las siglas “ESP” en el maillot de los corredores, consiguió un oro para la historia. El ganador del Tour también acabó la prueba tras un gran trabajo llegando en la posición 48 a unos ocho minutos. No así Alberto Contador que con una pájara tuvo que echar el pie a tierra kilómetros antes. El pinteño y Samuel Sánchez serían los encargados de pelear días después en la prueba contrarreloj que se llevaría Cancellara. No lo hicieron mal y al menos consiguieron diploma olímpico al terminar cuarto y sexto respectivamente.
Alejandro Valverde salió contento por la medalla lograda pero se lamentó del marcaje férreo al que le sometieron durante gran parte de la prueba, que le impidió moverse con más libertad. La siguiente cita olímpica sería en 2012 en Londres ya siendo un ciclista veterano. ¿Cómo llegaría en cuatro años a la cita de la capital británica?
Sergio Andrés / @entrebiciybalon