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Cosas y casos de la Vuelta

75 años de historia da pie a todo tipo de situaciones. Algunas de ellas cómicas, otras sorprendentes o simplemente curiosas. Os presentamos una pequeña muestra de intrahistorias de nuestra gran ronda.
UN HEROÍSMO EJEMPLAR
Gustaaf Deloor, tras luchar con Cañardo y sobre todo con el lamentable estado de las carreteras españolas en 1935, declaraba al final de su victoriosa Vuelta “si los europeos hubiésemos conocido previamente el trazado no hubiésemos venido. Tomar de nuevo la salida será un caso de heroísmo ejemplar”. En un “acto heroico” el belga volvió al año siguiente para completar el primer doblete de la historia de la carrera

UNA PESADA HERRAMIENTA
Las bicis de los pioneros de la Vuelta tampoco les ayudaban mucho a aliviar sus padecimientos. Con un piñón a cada lado de la rueda, para cambiar había que desmontarse y girarla, su peso en el mejor de los casos rondaba los 11,5 Kg.

LA VUELTA MÁS LENTA
En contra de lo que pudiese parecer, las Vueltas de los años 30 no fueron las que registraron menores velocidades medias. Este dudoso honor corresponde a la Vuelta del 48, cuando Bernardo Ruiz (el primero de los nuestros en pisar el pódium final en París) completó la ronda a 25,7 Km/h, tras una edición en la que los pinchazos, los socavones y el hambre, protagonista de una posguerra todavía inconclusa, fueros los principales enemigos de los ciclistas.

LOS HERMANÍSIMOS
No hablamos precisamente de los Schleck en esta ocasión, sino de la más prolífica saga de ciclistas españoles de la historia, los cinco hermanos Rodriguez. Estos corredores gallegos, encabezados por Decontralio, un sprinter superlativo que ostenta el récord de victorias de etapa en la ronda y ganó la general en 1945, participaron en varias Vueltas.

Cabe destacar que en la edición 1950 Emilio y Manuel coparon las dos primeras plazas de pódium (hazaña no igualada en la historia de las grandes vueltas) y que en 1945 y 1946 llegaron a participar tres de los hermanos a la vez (Emilio, Delio y Pastor).

EL PARIPÉ DE BAHAMONTES
Crecido tras su victoria en el Tour del 59, el toledano acudió como principal favorito a la Vuelta del año siguiente. Su actuación sólo puede calificarse como bochornosa. Tras llegar su compañero San Emeterio fuera de control, el “Águila” mantuvo un pulso con la dirección de carrera para que fuese readmitido en el pelotón. Ante la negativa de ésta, amenazó con retirarse, agredió a “bombazo” limpio a un espectador que le increpó su actitud y finalmente se dejó llevar para acabar él mismo también fuera de control. El ridículo se completó con las declaraciones de médico de la Vuelta, que para evitar la sanción federativa aseguró que el escalador sufría una apendicitis.

EL ANSIA DEL CANÍBAL
Cuentan que el gran Merckx en su “visita” a la Vuelta 1973, haciendo gala de su afamada ambición sin límites, llegó incluso a esprintar bajo una pancarta que el Partido Comunista habría logrado colar “de estrangis”.

¿CHULERÍA U HOMENAJE?
José Manuel Fuente se consagró ante su afición entrando en solitario en el Naranco en 1974. Muchos interpretaron como un desprecio a sus rivales el hecho de que entrase en meta levantando una pierna. El asturiano siempre defendió que el gesto obedecía al agradecimiento que quiso mostrar a los médicos que le habían tratado una de sus maltrechas rodillas.

CON UN PALMO DE NARICES
Miles de aficionados esperaban en Anoeta el último capítulo del duelo protagonizado por dos ciclistas locales durante la Vuelta 1975. Dos guipuzcoanos, Lasa y Perurena, se había alternado en el liderato desde la segunda etapa y todo hacía presumir que al contrarreloj final coronaría a alguno de ellos. Pero el salmantino Tamames hizo saltar la banca subiendo a lo más alto del pódium final ante la mirada atónita y decepcionada de la afición, que se tuvo que conformar con ver a sus ídolos en los otros peldaños del cajón.

UN HÉROE NACIONAL
Pocas veces en la historia del deporte alguien ha sido recibido tras una victoria como lo fue Lucho Herrera en su país tras la Vuelta 1987. Medio millón de personas acompañaron en su desfile triunfal a un colombiano que volando en los Lagos de Covadonga había ganado una carrera en la que Delgado, Fignon y Kelly partían como favoritos. Parece ser que en los triunfantes discursos de las autoridades colombianas nadie mencionó el forúnculo de irlandés que finalmente permitió a su héroe “conquistar España”.

EL SOBRE DE LA DISCORDIA
Delgado siempre ha mantenido que Iván Ivanov era un gran amigo suyo. Con ello justificó que le diera un sobre con su dirección tras la etapa en la que Fabio Parra y Omar Fernández íle pusieron contra las cuerdas en Navacerrada, en la que su “íntimo” colaboró con un acorralado segoviano para que este consiguiera su segunda Vuelta en 1989. ¿Seguirán carteándose?

EL POSTRE DE LA TRIPE CORONA
Anquetil en el 63, Gimondi en el 68, Merckx en el 73 y Contador en el 2008 completaron su palmarés en las grandes en la Vuelta. Sólo Hinault conoció antes la miel del triunfo en la Vuelta que en tierras francesas e italianas, siendo la excepción que confirma la regla que la Vuelta históricamente ha sido la guinda en el palmarés de los grandes campeones.

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