Hay muchos puertos míticos que se han subido múltiples veces. Ejemplo de ello son el Tourmalet o el Galibier, conmemorados ambos por su centenario. Hay casos más llamativos por la rapidez de su conversión en un mito como el Angliru, cuya primera ascensión data de 1999.
Sin embargo, hay otros que son un mito habiéndose ascendido una sola vez. Es el caso de la Fauniera, un puerto semidesconocido en España, pero que posee un alto misticismo entre los que sí lo conocen. Se trata de un puerto alto, largo y duro. Su ascensión se realiza, además, por una carretera estrecha y llena de curvas. El descenso es muy peligroso. La única vez en la que este coloso ha sido ascendido fue 1999. En España existía la fiebre del Angliru, una subida de la que se llevaba hablando meses y en Italia existía una fiebre llamada Marco Pantani. Corría la decimocuarta etapa de la carrera italiana. Pantani ya había asestado un golpe de gracia en la llegada al Gran Sasso. Jalabert, que tenía a su favor la baza de la contrarreloj, era el único que podía batir al italiano en algún terreno. En montaña parecía que José María Jiménez era el mejor colocado para hacer sombra a ‘El Pirata’. Por ahí circulaban Gotti, Heras, Simoni, Clavero… buenos ciclistas a los que aún parecía faltarles algún peldaño para amenazar a uno de los mejores escaladores de la historia.
Mediada la subida sucede algo increíble. Jiménez, en un alarde de valentía, prueba fortuna a un mundo de meta. Su ataque es respondido por Pantani y Gotti. ‘Chava’ logró su cometido, que no era otro que eliminar a Jalabert, maglia rosa, y Camenzid. Con lo que no contaba fue con que le iban a fallar las fuerzas y que Pantani no iba a parar y se lanzó hacia la cima con gran ímpetu. Atacó como solía: duro y sostenido. En un principio Jiménez cogió rueda, pero poco después entró en crisis. Gotti, más progresivo, alcanzó la rueda del abulense, que más tarde cedería, agarrando una grave pájara faltando tres kilómetros para coronar.
Por la cima pasaba un grupo de escapados a los que seguía Pantani, que decidió no jugársela en un descenso con niebla y estrecho. En la espera le alcanzó Savoldelli, un ciclista al que apodan ‘Il Falco’ desde aquel día. Su bajada fue tan espectacular que se marchó en solitario, alcanzando una ventaja suculenta que nadie sería capaz de contrarrestar al finalizar la etapa. En meta entraron juntos Pantani, Gotti (a la postre vencedor de aquel Giro) y un brillante Dani Clavero. ‘Chava’ Jiménez entró en meta a más de veinte minutos. Había osado enfrentarse cara a cara al pirata y el mito le pudo.
Desde entonces no ha vuelto a ascenderse más que parcialmente la subida. En 2001 se programó una jornada que finalizase en Santa Anna di Vinadio, pero fue suspendida por una huelga de los ciclistas. Dos años más tarde se ascendió hasta un cruce al que denominaron Esischie. Pero eso es otra historia…