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Mortirolo, casi siempre cruz

El Mortirolo es uno de esos puertos que infunden miedo al ciclista. Incluso al aficionado, que tiene en su memoria gestas irrepetibles que han sucedido durante las últimas dos décadas. Desde Indurain a Ivan Basso, desde Pantani a David Arroyo, este puerto ha marcado notablemente la carrera italiana cuando se ha atravesado. Carreras rotas lejos de meta, pelotones disgregados, cambios repentinos en la general…

La primera vez que se ascendió este coloso fue en 1990, estrenado por su vertiente más leve, siempre entrecomillando a todo un puerto de primera. Al año siguiente también se ascendió, pero ya por su lado más salvaje, el que ha hecho de esta cima un mito. Franco Chioccioli lo coronó en cabeza, ganando también aquella etapa y aquella edición del Giro.

Sin embargo, no sabíamos la cota que iba a alcanzar este puerto en nuestro país. Las dos ediciones siguientes se las llevaría un pletórico Indurain, consiguiendo sendos dobletesGiro-Tour. Era 1994 y el navarro era el gran favorito para hacerse con su tercera victoria. La carrera no había comenzado muy bien para el de Banesto, acentuado con la gran superioridad mostrada entonces por el ruso Berzin.

En aquella etapa se ascendían los puertos de hoy en sentido opuesto, con el Stelvio como primer escollo y el Mortirolo en la parte central de la etapa, como hoy, pero por su cara más exigente. Tras él restaba el Valico de Santa Cristina y la fácil subida a Aprica. En su majestadlos ciclistas fueron cautos. Restaba mucho y estaba siendo un Giro muy duro. Pero elMortirolo fue un polvorín. Allí arrancó Pantani. Berzin, de rosa, trató de seguirle. Indurain fue cauto y prefirió ir a su ritmo. Berzin explotó, Indurain remontó y alcanzó al gran pirata en el llano. Tenía la carrera a punto de darle el vuelco que deseaba y necesitaba, pero enSanta Cristina una pájara le devolvió el Giro a Berzin y apartó a Miguelón de su tercer doblete.

El duelo España-Rusia volvió a tener lugar dos años más tarde. El catalogado como sucesor de Indurain, Abraham Olano, acudía al Giro tras haber realizado una soberbia actuación en la Vuelta anterior y llevarse el Campeonato del Mundo, el primero para nuestro país. El deAnoeta se hizo con la maglia rosa en el Pordoi tras una jornada durísima. Sin embargo, restaba por subir Tonale, Gavia y Mortirolo. Aquella batalla tenía un enemigo muy claro:Pavel Tonkov. El ruso, a la postre vencedor de aquel Giro, supo encontrar la debilidad de unOlano que pagó los esfuerzos de toda la carrera.

En 1997 se volvía a ascender, aunque la general no sufrió un vuelco de tal magnitud. En 1999 su ascensión será siempre recordada como la etapa en la que no hubo maglia rosa, ya que Pantani fue expulsado el día anterior de carrera tras tenerla completamente sentenciada. Gotti, nuevo líder, se negó a vestir de rosa por respeto. Aquel día ganó Roberto Heras.

Pasaron cinco años hasta volver a ver al coloso de Mazzo en acción. Fue el año de la guerra Cunego-Simoni. En sus rampas se marchó Garzelli junto a Gilberto, formando un dúo que ponía en jaque las aspiraciones del jovencísimo líder. El veronés supo reaccionar en el último puerto y alcanzar a los dos rebeldes, uno de ellos de su propio equipo.

En 2006, con Ivan Basso como gran dominador de la carrera, se ascendió el puerto como última oportunidad escaladora tras una larga lista de durísimas montañas. El puerto no decidió más que la superioridad de un Basso que dejó de rueda a Simoni en el llano que conducía a la meta de Aprica. Por allí sufría un valiente José Enrique Gutiérrez.

Dos años después, en 2008, era Contador el que llevaba el maillot de líder. Lo consiguió en otra cima mítica, la Marmolada. Fuera de forma, el de Pinto pasó serias dificultades físicas y tácticas en la etapa que llevaba al Monte Pora, donde Ricco y Di Luca cercaron al líder, aguantando por escaso margen la maglia. En el Mortirolo probaron fortuna, pero Albertopudo soldarse a la rueda de todos sus rivales. Por la cima pasaba Toni Colom, el único español que lo ha coronado en cabeza.

La última vez que se ha subido este puerto ha sido en 2010, cuando otro español, DavidArroyo, portaba el jersey de líder. El talaverano lo obtuvo con una masiva escapada que hizo que los líderes tuvieran que remontar minuto a minuto. Él fue el último en resistir y fue en el Mortirolo donde peor momento pasó. Sin embargo, todo cambió en el descenso. Arroyo realizó una bajada memorable que le hizo conectar con el trío Basso, Scarponi, Nibali. A punto de conectar, su director decidió hacerle parar para esperar a un grupo mayor. Nunca alcanzaron a Basso y su grupo y, por tanto, perdió el Giro.

Una historia de amor-odio con esta magnífica montaña que sin duda debe más de un buen momento al ciclismo español. Una nueva vertiente de cemento y estrechez extrema se estrenó con Purito Rodríguez de maglia rosa. Tras amagar un ataque en sus rampas, esperó al Stelvio para jugarse en el último kilómetro la que hubiese sido su mejor victoria, que perdería en la contrarreloj posterior.

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